Hoy la sociedad se escandaliza con la lista negra que armaron periodistas de izquierda agrupando a profesionales, dirigentes políticos y sociales bajo el título de “La reacción conservadora”. Pero hay otra lista negra muy anterior y mucho más ominosa ante la cual todos miran para el costado: la de aquellos que son imputados por la izquierda de crímenes de lesa humanidad, esa mancha venenosa que ensucia a quien la recibe sin que a nadie importe la justicia de la acusación. En esa categoría, la de quienes son injustamente acusados, luego arrumbados en una celda y finalmente olvidados para siempre, se encuentra el ex cabo Julio Narciso Flores. No importa que haya estado solo tres años en la Fuerza Aérea, no importa que al momento de los hechos de los que se lo acusa (agosto de 1977) era cabo con una antigüedad de ocho meses y con 19 años recién cumplidos. No importa que la acusación se base en supuestos: que con tan corta edad se lo presente como “jefe de guardia” de un centro clandestino de seguridad o “jefe de patrulla” dedicado al secuestro de personas. Y menos importan sus actuales problemas de salud, su avanzada edad (65 años), o que esta situación haya hundido a toda su familia en la ruina económica y la desesperación. ¿Todos seguiremos indiferentes hasta que sea tarde? ¿Cuándo se va a repudiar esta otra lista negra?

Mario Cabanillas

Presidente del Centro de Estudios Salta

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