A diferencia de la clásica solución de reposo e ida a la farmacia, cuando aparece algún problema en nuestra vida sexual lo que sobran son dudas.

¿Es algo fugaz o permanente? ¿Seré yo quien hace las cosas mal? Ante cualquier inquietud sobre salud lo mejor es recurrir a un profesional, y esta regla también se aplica para el sexo.

¿Bajo qué circunstancias debería ir a un sexólogo? “En general, la gente asiste al consultorio para tratar disfunciones sexuales relacionadas con los orgasmos o el deseo. En el caso de los hombres las visitas más frecuentes son por eyaculación precoz o alteraciones eréctiles. Mientras que -entre mujeres- predominan la anorgasmia o las dificultades con la excitación y lubricación”, explica el sexólogo Federico Saravia.

Sin embargo, el abanico de posibilidades para “confesarse” es bastante amplio y la intervención de estos profesionales se recomienda para amigarnos con los cambios físicos y emocionales de ciertas etapas vivenciales.

“Por ejemplo con la llegada del climaterio y menopausia, durante el embarazo, en el período del puerperio, luego de una operación o ante una enfermedad (como el cáncer) que trastoca la autopercepción y ocasiona una vorágine interna”, detalla.

Experiencias nuevas

Después de años de monotonía en pareja y besos que emiten menos emoción que un estreno en Netflix, el instinto nos advierte que es hora de condimentar la cama. Por supuesto, ya queda claro a quien llamar.

“Los sexólogos damos herramientas y tareas para los amantes que quieren enriquecer su vínculo sexoafectivo o volver realidad alguna fantasía. Podemos sugerirles a las parejas los sex toys que mejor se adapten a ellos, ayudarlos en la concreción de tríos, fetiches o experiencias BDSM y roles”, comenta el sexólogo Marcelo Figueroa Albor.

Al respecto, el especialista afirma que para modificar nuestras costumbres y las reglas del juego siempre es bueno contar con un DT. “Hay prácticas de estimulación o penetración que no son para cualquiera y requieren de ciertos niveles de compromiso mutuo, entrega y seguridad. Por eso, intentar algo que leímos en internet o vimos en una película puede pasar de ser gratificante a generar rechazo y desconexión afectiva”, agrega Figueroa Albor.

Por curiosidad

Vamos a terminar con un preconcepto usual: no es necesario tener pareja ni algún problema en el dormitorio para sacar turno. A veces, solo se trata de mejorar lo que ya viene bien.

“La sexualidad abarca mucho más que el coito, ella nos acompaña en cada momento y también afecta el cómo nos ven los demás y nuestro sexapil. Por eso, tranquilamente podemos ir al sexólogo para mejorar la autoestima, explotar nuestro potencial, aprender nuevas técnicas de cortejo o recibir consejos de autoerotismo”, aclara la sexóloga Mónica Guchea.

Además, la profesión presta una mano a las personas que se sientan confundidas o inseguras con su identidad, género u orientación sexual.

ESI y familia

Otra alternativa es recurrir a estos profesionales para aprender. Durante estos últimos años Guchea destaca la cantidad de padres que buscan ayuda para conversar con sus hijos sobre sexo. Sea para acompañarlos en esa iniciación, advertirlos sobre los riesgos digitales o aconsejarlos sobre el uso de anticonceptivos y el consumo de pornografía.

“En estas instancias, charlar con especialistas en educación sexual integral (ESI) es enriquecedor porque se maneja información de calidad. Sumado a que nos despojamos de estereotipos paralizantes y estamos mejor preparados para responder a las preguntas incómodas”, asegura.

Terapia de parejas

La terapia de parejas es otra de las aristas que le compete a los expertos en la ciencia de los sexos. “Este proceso psicológico y terapéutico se aconseja para quienes tengan problemas de comunicación, integren vínculos destructivos, hayan atravesados vicisitudes familiares, se sientan frustrados con ciertas experiencias o vean su relación debilitada”, detalla la sexóloga Constanza Escalante.

En la mitad de los pacientes, la terapia es el recurso efectivo para concluir con una relación (cargada de engaños, violencia o manipulación) de la forma más sana posible.

Estás equivocado

Para solucionar una disfunción sexual, primero hay que reconocer que tenemos un problema. Esta secuencia lógica es una de las causas centrales que complican los diagnósticos. En especial en hombres mayores de 40 años.

“Por vergüenza, los pacientes fingen durante años que las cosas marchan perfecto, hasta que su condición se agrava y repercute en el resto de sus ámbitos vinculativos”, lamenta Escalante.

La segunda complicación es la falta de sinceridad, producto del temor a ser juzgados. “Dicho pensamiento circula mucho entre los varones al ser abordados por mujeres expertas y resta al acompañamiento. Nosotros manejamos el secreto profesional y tenemos códigos de conducta”, agrega.

La última aclaración de Escalante es que hay conflictos que no se solucionan con una vela caliente sobre el cuerpo o desfiles en lencería. “En algunas instancias, la terapia sexual es un agregado a los tratamientos médicos que diagnostican los urólogos, ginecólogos o psicólogos. Y hay disfunciones que requieren de un abordaje interdisciplinario”, especifica.

Para mirar    

Series y películas que hablan sobre sexualidad

- “Sexify” (2021): serie polaca que nos aproxima al placer femenino y la diversidad de orgasmos que existen.

- “Bonding” (2021): comedia con dos temporadas sobre el mundo del BDSM.

- “El sexo, en pocas palabras” (2020): miniserie que informa sobre la biología de la atracción, los anticonceptivos y nuestros hábitos sexuales.

- “El director desnudo” (2019): comedia japonesa sobre los inicios de las películas para adultos en el país del Sol Naciente y la censura de contenidos.

- “Christiane Amanpour, sexo y amor en todo el mundo” (2018): una periodista de la CNN viaja a Japón, China, India, Alemania y el Líbano para recabar testimonios sobre como diferentes culturas experimentan y limitan la intimidad de sus habitantes.

- “Hot girls wanted” (2015): documental producido por Rashida Jones sobre la industria pornográfica en Estados Unidos, la producción de filmes XXX y el reclutamiento de actrices.