NORWALK, Estados Unidos.- Jóvenes y adolescentes en Estados Unidos están empezando a exigir acceso a la vacunación contra la covid-19, y se perfilan como voces poderosas contra el movimiento antivacunas y escéptico hacia la ciencia.
Ethan Lindenberger, que ahora tiene 20 años, causó un revuelo en 2019, al exigir -contra la voluntad de su madre- que quería ser vacunado, es una de esas voces. El joven recibió la primera dosis hace tres semanas y dijo que, con eso “podría salvar la vida de alguien”.
La voz de Lindenberger, según la cadena NBC, es parte de un movimiento que busca conseguir que la mayor cantidad posible de adolescentes se vacunen, ahora que en Estados Unidos están disponibles las Pfizer-BioNTech, desde los 12 años.
“Veo entre los ‘Gen Z’ (generación posterior a los millenials, los que nacieron después de 1997) mucha politización, más educación y movilización”, reflexiona Lindenberger, y deja un mensaje para los adolescentes: peleen por sus derechos, pero no se pongan en riesgo.
“Abran el debate (con sus padres), pero si no pueden tener una conversación amorosa, no se arriesguen a sufrir consecuencias graves, como quedarse sin techo”, aconseja.
Hay 25 millones de chicos y chicas de entre 12 y 17 años en Estados Unidos, de acuerdo con datos del censo de ese país, compilados y analizados por la Fundación Annie E. Casey.
Y, mientras que las tasas de muerte y síntomas graves o secuelas en jóvenes son menores que en los adultos, los expertos en salud insisten en que vacunar a la mayor parte de la población es fundamental para retornar a la normalidad de las clases y la reapertura de los negocios y establecimientos de concurrencia pública.
Un obstáculo para ello, según una encuesta reciente de la Fundación Familia Kaiser para el monitoreo de vacunas, es que cerca de la cuarta parte de los padres no permitiría que vacunen a sus hijos, y el 18% sólo lo haría si fuese una obligación impuesta por la escuela.
Por eso, algunos adolescentes, aún menores de edad, han empezado a organizarse para conseguir e intercambiar información acerca de enfermedades previsibles, edad de consentimiento para vacunarse en distintos estados, y cómo obtener yuda. En el sitio web VaxTeen se reciben docenas de pedidos de información por día, cuenta Kelly Danielpour. Pero ese dato no alcanza para saber cuántos son los adolescentes que quieren vacunarse y no pueden porque sus padres se oponen.
Danielpour, que tiene 18 años y vive en Los Angeles, abrió el sitio antes de que se desatara la pandemia. Cuenta que se inspiró en el montón de chicos y chicas que contaban en Reddit que querían vacunarse pese a las creencias de sus familias en que las vacunas son peligrosas.
Empezó como una comunidad de adolescentes que buscaban acceso a la inmunización contra el sarampión y el HPV, pero “desde que comenzó la pandemia, el principal tema ha sido cómo conseguir vacunas contra la covid-19”.
El primer paso, insiste, es armar a los jovenes con información y recursos argumentativos para poder hablar con sus padres. Si eso no funciona, existen recursos legales, añade.
Arin Parsa tiene 13 años y es el fundador del movimiento Adolescentes por las Vacunas. “La falta de derechos de los menores sobre su inmunización no es sólo un grave problema se salud pública, sino una severa cuestión de salud mental para muchos”, asegura. (Especial)