Para los hinchas, la camiseta es mucho más que la indumentaria con la que los futbolistas se presentan en los partidos. Es un símbolo. Cuentan historias, te hacen viajar en el tiempo, te recuerdan lo que lloraste, cuánto festejaste o gritaste un gol. La camiseta es eso: la historia misma.
Es sabido que algunos fanáticos asocian cada marca o mancha con algo en particular. Por eso su valor es incalculable, es un tesoro que guarda mil recuerdos; el distintivo de la pasión por los colores.
En tiempos de la era digital, los rumores en redes sociales parecieron alertar sobre el futuro del signo de la pasión “decana”. Un posible cambio de sponsor técnico fue el centro de la cuestión.
Algunos fanáticos tienen predilección por cierto modelo o marca. Los más nostálgicos sueñan con que en algún momento Atlético vuelva a ser vestido por Puma; marca que acompañó al “Decano” en los años noventa y en los primeros del nuevo siglo.
Los más contemporáneos tienen favoritismo por algún modelo en particular de Umbro, que podríamos decir, acompañó a Atlético durante la época dorada.
Desde que la marca de origen británico viste al “Decano”, Atlético vivió sus mejores momentos. El primer contrato fue firmado en julio de 2015. Meses después Atlético llegó a Primera división, lo demás es historia conocida: participaciones en las copas Libertadores y Sudamericana, un subcampeonato en 2017 y hasta se dio el gusto de quedar entre los ocho mejores de América en 2018, de la mano de Ricardo Zielinski.
La camiseta da ese sentido de pertenencia, que posiblemente, ningún otro objeto pueda brindar. Las camisetas son historia, pero también presente. En ellas hay cientos de recuerdos que son desempolvados cada tanto. Vestirla es sinónimo de orgullo, como ese que sienten los hinchas “decanos” al mencionar que Atlético fue el primer equipo en utilizar los colores celeste y blanco; inclusive antes que la propia Selección argentina.
El fútbol está lleno de imágenes icónicas. Tal vez, la más reciente para Atlético sea la imagen de Fernando Zampedri en el estadio Olímpico Atahualpa, de Quito. Justamente, aquella noche, el destino quiso que Atlético se vista de selección y deje en lo más alto, más allá de los 2.800 metros de altura, los colores albicelestes, que lo acompañan desde hace más de 100 años.
Puede haber modelos más aceptados que otros, diseños odiados o amados por todos; lo importante para el hincha es que se respete la tradición. Atlético tiene contrato con Umbro hasta diciembre del 2022 y la idea de la dirigencia es mantenerlo. Incluso existe una opción de poder extender ese vínculo, para ello habrá que esperar. Lo cierto es que por el momento, no habrá cambio de sponsor técnico. El club seguirá vistiendo la indumentaria de la marca que lo acompaña desde hace casi seis años y que se exhibe sobre los colores de Atlético. (Producción periodística: Daniel Coronel)
No hubo avances
Recién el lunes se podría definir el futuro de Tomás Cuello; el jugador se encuentra a préstamo en Bragantino. “Me gustaría quedarme en Brasil”, dijo. Atlético podría recibir 2,4 millones de dólares por él.