En las últimas semanas, tucumanos que recibieron alguna vacuna contra el coronavirus se realizaron un test de anticuerpos (también llamado test serológico) para saber si el pinchazo había sido eficaz. Sin embargo, la protección inmunitaria es un asunto complejo. Un resultado negativo no implica necesariamente que la persona no esté protegida. A la inversa, la sola presencia de anticuerpos tampoco asegura que uno no pueda contagiarse por primera o por segunda vez.
La realidad es que, en un mundo pandemizado, todo es incierto. Lo que hoy parece real mañana quizá no lo sea. No obstante, lo que sí se sabe a ciencia cierta es que las vacunas en uso protegen contra la enfermedad severa, contra las hospitalizaciones y contra las muertes. De ahí que los médicos sigan insistiendo con el uso del barbijo y con la distancia social, aún después de haber recibido las dos dosis.
Y aunque el Ministerio de Salud de la Nación no recomienda el dosaje para evaluar la inmunidad proporcionada por la vacuna, hay diversas pruebas disponibles en la provincia. El doctor Gustavo Costilla Campero -vicepresidente de la Sociedad Argentina de Infectología y jefe de ese servicio en el hospital Padilla- coincide con esa sugerencia y explica dónde reside su sustento: "la gente recurre a un test de laboratorio para saber si cuenta o no con anticuerpos. Pero no es aconsejable realizarlo. Eso se puede medir con precisión, básicamente". En rigor -prosigue-, es factible detectar cualitativamente la presencia de los anticuerpos o inmunoglobinas g (Ig). De alguna manera, se trata de una medición "indirecta" para saber si hubo respuesta del organismo. Pero en caso de que no estén presentes, no debería cundir el pánico. "No son los únicos indicadores de protección. Aún cuando no hayan generado anticuerpos medibles, se puede tener una respuesta al nivel de las células de memoria", añade.
A grandes rasgos, los diversos test se pueden dividir en dos grupos: los que sirven para el diagnóstico del sars-cov-2 y los que permiten -justamente- detectar los anticuerpos producidos por nuestro organismo al haber estado infectados o al haber sido inoculados. Las pruebas que se recomiendan con este segundo fin son las que se denominan ELISA (Ensayo por Inmunoabsorción Ligado a Enzimas) y se realizan en un laboratorio y a partir de una muestra de sangre. "Esa extracción debe efectuarse tres semanas después de la vacuna", aclara Costilla Campero.
Ahora bien, la respuesta inmune consta de tres componentes: uno innato, uno celular y uno humoral. Este último incluye a los anticuerpos, que son proteínas generadas en respuesta a la presencia de un antígeno extraño. Y esa respuesta depende de varios factores, como la vacunación en sí misma, la edad, el estado nutricional y la presencia de ciertos medicamentos o infecciones. "Se ha visto que las personas que han tenido covid, con una sola dosis alcanzan niveles superiores a lo esperado", acota el especialista.
Para sumar complejidad, las vacunas Sputnik V, AstraZeneca y Pfizer/BioNTech, por ejemplo, inducen la producción de cierto tipo de anticuerpos. Pero la vacuna china Sinopharm, entre otras, fue desarrollada en base a otra tecnología. Eso implica que se debe validar los kits disponibles, informó el sitio de verificación de noticias Chequeado.com. Finalmente, otro punto a tener en cuenta es que quizás alguna vacuna pueda estar generando anticuerpos pero en un nivel inferior al umbral de detección.
Anteayer, dos estudios sobre inmunidad a nivel internacional trajeron algo de esperanza en medio de este desolador panorama. Contrariamente a lo que se pensaba, ahora se cree que la inmunidad al coronavirus dura al menos un año o más, y mejora con el tiempo (en especial después de la vacunación). Una de esas investigaciones, publicada el lunes en la revista Nature, revela que las células que conservan la memoria del virus siguen en la médula ósea y pueden producir anticuerpos cuando sea necesario. Para más información, se pueden consultar los manuales del vacunador de Sinopharm y CoviShield o el Covid-19, prevention network.
El lunes llegarán al país más de dos millones de dosis de vacunas AstraZeneca