“Es un sueño. Estoy viviendo días muy lindos, algo que siempre esperé”. Hasta hace dos semanas, Ignacio Balcarce trabajaba día a día bajo las órdenes de Floreal García y disputaba el torneo organizado por la Liga Tucumana. Pero de repente, la llegada al club de Pablo De Muner le cambió su rutina y le permitió concretar un viejo anhelo.
Buenos partidos en el equipo liguista con el nuevo entrenador sentado en la tribuna le posibilitó pegar el salto que esperaba. “Fue sorprendente. Pablo me vio jugar y me convocó para entrenarme junto con el plantel de Primera. En tan sólo dos semanas recibí mi primera convocatoria oficial y logré debutar en la Primera Nacional”, relata en diálogo con LG Deportiva el volante central, quien hace algunas semanas cumplió 18 años. “Estoy feliz por este presente. Debuté y eso vino acompañado del triunfo como local que tanto esperábamos”, agrega.
“Nacho” es el típico “5” de marca. Tiene mucho despliegue en el campo y lo que más le gustó al entrenador es que puede aportarle mucha contención al equipo. “Me pide que sea ordenado, que juegue concentrado y que cuando tenga la pelota trate de buscar al compañero que tenga más cerca. Nada más”, dice el muchachito que en poco más de cuatro años logró saltear muchas etapas en su cortar y acelerada carrera.
Había llegado al club en 2015 para comenzar la etapa en inferiores. Antes, desde los siete años en Estación Experimental había comenzado a darle forma a su sueño de transformarse en futbolista profesional. “Nací y me críe en Las Talitas. Comencé en las ‘Abejas” y allí realicé toda la etapa de infantiles. Cuando estaba por pasar a inferiores, el ‘profe’ Matías Torres me dijo que viniera a probarme en San Martín porque me veía condiciones. Superé la prueba, comencé en novena y en séptima me consagré campeón de la mano del ‘profe’ Ariel Martos. Ahí nomás pasé al plantel de la Liga y en el último mes me subieron a Primera”, relata detalles de una carrera que construyó con esfuerzo, constancia, mucho trabajo y a pasos acelerados. “Hoy puedo disfrutar de todo lo que me está pasando. Es una experiencia y una vivencia inolvidable. Pero no me conformo, trato de seguir aprendiendo, creciendo y de mejorar día a día”, avisa.
Sus primeros pasos en Primera los dio el pasado lunes. A los 86’ del juego contra Riestra, ingresó en reemplazo, nada más y nada menos, que de Tino Costa. En esa corrida desde la línea de cal hasta el centro del campo, en donde se acomodó al lado de Matías Ballini, se le cruzaron mil y una imágenes por su cabeza. “Fue lindo, recordé el esfuerzo que hice y la constancia que tuve para poder tener esta oportunidad”, asegura dejando en claro que irá por más; que seguirá alimentando ese sueño que hace un mes parecía muy lejano pero que en un abrir y cerrar de ojos se le hizo realidad. “Dicen que es difícil llegar, pero que todavía es mucho más difícil mantenerse. Voy a esforzarme al máximo porque no pienso desaprovechar esta oportunidad. Quiero entrenarme todos los días al ciento por ciento y aprender en cada práctica”, concluye el volante que cumplió el sueño más esperado cuando todo parecía lejano. Y que no piensa bajar la guardia nunca más.
El viaje
Desde las 20, los futbolistas citados cenarán en el hotel Hilton e inmediatamente se subirán al ómnibus que los trasladará a Mendoza. Allí se alojarán en el hotel Ibis.
Última práctica
Hoy por la mañana, el plantel se entrenará en Lince. Allí, Pablo De Muner dejará todo listo para el duelo del domingo contra Gimnasia de Mendoza, previsto desde las 21.10.