Con el paso de los años los avances científico-tecnológico dieron un salto importantísimo en lo referido a los dispositivos auditivos. Antes, los usuarios de audífonos padecían más de lo que disfrutaban el uso de una prótesis, escuchaban ruidos muy molestos y no lograban discriminar a la perfección una conversación, es decir, la calidad del sonido que recibían no era para nada bueno, ya que el procesamiento de la señal auditiva era de origen mecánico (como escuchar música en un tocadiscos). A partir de los procesamientos digitales que se trasladaron a los audífonos, se obtuvieron mejores resultados y un sonido mucho más limpio.
Las prótesis auditivas se convirtieron en pequeñas computadoras, donde a través de diferentes softwares las diversas marcas tienen programas por los que se accede a cada audífono y se ingresan los datos del paciente, convirtiéndolo en un dispositivo personalizado, entendiendo que hay distintos tipos de pérdidas auditivas y cada una tiene requerimientos particulares.
Algunos de los beneficios que se pueden aprovechar son: mayor claridad en las conversaciones, menos molestias ante los ruidos externos y memorias personalizadas. “Un paciente adulto mayor que está dentro de su casa todo el día viendo la televisión requiere de una memoria que trabaje sobre este tipo de equipos para facilitarle la audición; un joven que está mucho tiempo en la calle necesita una memoria con supresión de ruido porque el ambiente circundante de autos, motores, bocinas no es el mismo que en un lugar cerrado; o una joven hipoacúsica que asiste a la universidad y debe escuchar una clase en un anfiteatro tiene otro tipo de necesidades”, ejemplifica la fonoaudióloga Mariana Chalfón.
La profesional también asegura que, hoy en día existen prótesis auditivas que vía bluetooth se conectan con el celular, el paciente descarga la aplicación correspondiente y desde allí puede mejorar su experiencia auditiva. “Es increíble todo lo que se puede hacer en materia auditiva cuando la tecnología interviene para mejorar la audición de los pacientes”. Por otro lado, invita a todos a no quedarse con la falsa idea de que los dispositivos no sirven. “Hoy en día, si estás en buenas manos profesionales se puede lograr la mejor adaptación posible”.
¿Cuál es el mejor audífono?
El mejor audífono se selecciona en función de las necesidades exclusivas del paciente. Hay muchas marcas en el mercado, se debe tener en cuenta que tenga un distribuidor oficial y un profesional responsable de la marca que tenga acceso a los softwares, para así poder solucionar cada dificultad que el paciente presente. Así también, los repuestos y talleres oficiales. “No se puede comprar un audífono a distancia sin estudios auditivos de por medio, sin la recomendación del médico otorrinolaringólogo y sin la prueba de selección de audífonos correspondiente.”, concluye Chalfón.