Más allá de lo mal que está la acción de este concejal, de que hago lo que quiero con total impunidad, faltando el respeto a todo el sistema de salud que está haciendo un trabajo inagotable para luchar contra el virus, como así también muchos ciudadanos que no salen o que han fallecido. La otra pregunta sería cómo un concejal de Alderetes puede contar con un presupuesto de esa envergadura para realizar semejante fiesta. En el mes de marzo tenía la fiesta de egresados de mi hijo (la cual fue suspendida por supuesto, por esta situación); la tarjeta salía $3.600 cada una. Si multiplicamos por 400 invitados, son $1.440.000, más todos los gastos de ropa y organización que conlleva. La pregunta sería: ¿cómo hace un concejal de un municipio chico para poder disponer semejante monto? ¿Ninguno de los organismos impositivos intervendrá de oficio, para ver de dónde sacó la plata o si pidió un crédito? Ni al comisario Picón se lo vio aparecer, como en otros casos de menor envergadura. El pueblo quisiera saber estas respuestas.
Daniel Díaz
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