Rusia reaccionó positivamente a la propuesta de Estados Unidos de celebrar una cumbre entre los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin, que podría realizarse en junio. No obstante, ratificó que está dispuesta a adoptar más represalias si Washington continúa aplicando sanciones.
"La propuesta de una reunión entre los mandatarios fue tomada con positividad y ahora está siendo examinada”, dijo el canciller, Serguei Lavrov.
La semana pasada, Biden y Putin conversaron por teléfono y, según voceros de la Casa Blanca, el primero ratificó su disposición a construir relaciones estables y predecibles con Rusia, y propuso que ambos se reunieran de manera presencial en un tercer país.
“La señal fue recibida y será considerada”, ratificó Yuri Ushakov, asesor de Putin. Y aunque no precisó un momento exacto para el encuentro, admitió que entre quienes están gestionándolo nombran incluso fechas concretas de junio.
Ushakov agregó que la decisión definitiva con respecto a la fecha de la cumbre se tomará en función de varios factores, que tampoco especificó.
Mientras tanto, Lavrov advirtió que Moscú está dispuesto a responder de manera recíproca si Washington continúa adoptando sanciones.
“Todo está dicho en nuestra respuesta a los últimos pasos inamistosos de los estadounidenses, anunciamos todas las medidas que habíamos tomado y estamos dispuestos a tomar más si la escalada continúa”, dijo el jefe de la diplomacia rusa.
Moscú anunció el miércoles la expulsión de 10 diplomáticos estadounidenses, después de que hace 10 días Washington impusiera sanciones a 32 entidades e individuos rusos y expulsara a 10 funcionarios de la representación rusa.
Además, la Casa Blanca extendió las sanciones a la deuda soberana de Rusia al prohibir a las entidades financieras de Estados Unidos que participen del mercado primario de bonos rusos.
Estados Unidos argumenta que Rusia es responsable del ciberataque al proveedor de programas informáticos SolarWinds, de interferencias en las elecciones presidenciales de 2020 y de haber ofrecido recompensas a los insurgentes en Afganistán para asesinar a militares estadounidenses.