El viernes circulaba en mi auto por la calle 25 de Mayo al 800 justo a las 20; me tocó ver cómo un grupo de más de 100 jóvenes amontonados estaban en los pasos previos a lo que sería una batalla campal. En ese instante uno de los jóvenes salió corriendo, pasando frente de mi auto, volvió a subir a la plaza corriendo y otro joven mal intencionado le puso el pie, lo que hizo que se cayera al piso. Un grupo de unos 10 o 20 jóvenes los siguió y se le tiraron encima, formando una pila humana. Dios mío, no lo podía creer. ¿Dónde estaba la Policía? Eso se veía desde minutos antes que iba a pasar, se podía haber evitado. Ya cuando llegué a la esquina vi un par de policías en bici y luego llegó otro en moto que miraban de lejos. ¡Qué falta de reacción, qué falta de compromiso! Es en pleno centro, esos jóvenes que pelean son nuestra juventud, nuestros hijos. ¡Qué lindo hubiera sido ver que la Policia los hubiese llevado a la comisaria a todos esos jóvenes y por lo menos los hubiese demorado varias horas hasta que los buscasen los padres, y de esa forma los educaban y asustaban un poco para que respeten las leyes. Estamos hablando del Barrio Norte de Tucumán, donde hay dos o más policías por cuadra. Es inaceptable la falta de reacción y el típico “no te metás” que tomaron como actitud. Vergonzoso. Nota aparte: justo mi hijo de 15 años una semana atrás me había contado que a un amigo le querían pegar los que se juntan en la plaza Urquiza; que siempre hay peleas. Por supuesto que le prohibí  y le aconsejé que nunca participe de esas peleas callejeras.

Mario Santiago Guillén

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