Una decena de diputados del partido Juntos por el Cambio -encabezados por el radical Hugo Romero, de Córdoba- presentó un proyecto de ley al que denominaron Régimen de Créditos Hipotecarios, y con el que proponen que los actuales deudores de créditos UVAs puedan reconvertirlos, de manera voluntaria, con una cuota que se calcule mediante un índice salarial.
Tomando la iniciativa del Gobierno nacional, se plantea el uso del Coeficiente Hogar Argentino- Hog.Ar, que es calculado con base en el Coeficiente de Variación Salarial (CVS), tal como van a funcionar los nuevos créditos hipotecarios presentados esta semana por el presidente Aníbal Fernández.
En el texto de la propuesta se lee que se planea además la creación de un Fondo Fiduciario de Cobertura y Promoción, administrado por Nación Fidecomiso SA, y cuyo objetivo será compensar la diferencia que surja entre la cuota efectivamente pagada por el deudor actualizada en función a la variación salarial y la inflación y la cuota actualizada por las subas salariales.
Ese Fondo Fiduciario se financiará con una sobrecuota o prima que pagarán los mismos deudores. Es decir, la condición de deudor acarreará la obligación de realizar aportes mensuales con destino a este fondo. También los bancos que quieran ofrecer créditos hipotecarios deberán realizar un aporte trimestral con un porcentaje de los intereses ganados. El Estado hará solamente un aporte inicial.
Entre quienes acompañan el proyecto figuran los diputados tucumanos José Cano y Lidia Ascárate, junto a representantes de otras provincias, como Soledad Carrizo, Gabriela Lena, Claudia Najul, Alejandro Cacace, Jorge Rizzoti, Brenda Austin, Diego Mestre, María Carla Piccolomini, Gerardo Cipolini, Jorge Vara, Estela Regidor, Albor Cantard, Hernán Berisso, Omar De Marchi, Héctor Stefani, Gonzalo Del Cerro, Ximena García, Federico Zamarbide y Jorge Enríquez.
"Según el BCRA, a febrero del 2021 el stock de crédito hipotecario con ajuste UVAs fue de $150.480 millones y la morosidad 6,5 veces entre enero y diciembre del 2020. Aquí la principal necesidad de tratar este proyecto", escribió Romero en su perfil en Twitter.
¿Cómo se haría la reconversión? Según el portal Iprofesional, los bancos convertirán el saldo de la amortización de capital a cancelar de los créditos hipotecarios en un nuevo sistema de amortización cuyo plazo máximo será de hasta 30 años, adecuando la nueva cuota a un monto que no debe superar el 30% de sus ingresos actuales.
No obstante, por ahora se trata de un proyecto más, entre las varias iniciativas que surgieron en los últimos años. De hecho, se espera que en los próximos días el Gobierno nacional efectúe algún tipo de anuncio al respecto, de acuerdo a los dichos del ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi.
Del auge al ocaso
Los créditos UVAs nacieron en abril de 2016, como la novedad del gobierno de Mauricio Macri. Tuvieron su auge a mediados de 2017, pero luego comenzaron a decaer y actualmente no están disponibles. Fernández presentó nuevas líneas de préstamos para la construcción y refacción de viviendas. Se ajustan en base a la evolución del salario, de acuerdo a la tasa Hog.Ar, basada en un coeficiente elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y son a tasa 0%
Los UVAs, en cambio, evolucionan en función del Índice de Precios al Consumidor (IPC); es decir, en función de la inflación. Tanto la cuota como el capital se mueven junto a la inflación. Por eso, un préstamo inicial de $ 3 millones hoy sobrepasa los $ 9 millones. Esta línea admitía un plazo máximo de cancelación de 30 años. Pero en los contratos había una cláusula que permitía solicitar una refinanciación del excedente si el valor de lo que debía pagarse superaba en más de un 10 % a lo que hubiera resultado si se ajustara por Coeficiente de Variación Salarial (CVS).
Debido a que esa situación se verificó en todos los casos, tanto la gestión de Macri como la de Fernández mantuvieron congeladas las cuotas (desde fines de 2019 y durante 2020) y posibilitaron que los pagos pasaran al final de la vida del crédito. No obstante, cuando el 31 de marzo culminaron esos paliativos y se puso en vigencia la convergencia (un sistema para que los hipotecados paguen gradualmente las diferencias de lo que debían haber abonado de no existir los congelamientos) las cuotas se dispararon. En las últimas semanas se conocieron casos de ejecuciones inminentes, en Mendoza, en Córdoba y en La Plata. En Tucumán, los hipotecados evalúan alternativas mientras solicitan audiencias con los representantes en el Congreso.
Créditos UVAs: el Banco Nación suspendió las ejecuciones por 180 días