“Ningún animal debería sufrir y morir en nombre de la belleza” reza a modo de conclusión el cortometraje “Save Ralph”, que ya dio la vuelta al mundo y muestra cómo es la realidad de los testeos en animales. La campaña, de la Humane Society International (HSI, por sus siglas en inglés), tiene por objetivo recaudar firmas para concluir los testeos de cosméticos en animales y la comercialización de nuevos productos que se hayan probado en ellos.

“Soy un conejo de prueba. Mi papá lo fue, mi mamá, mis hermanos, mis hijos, todos conejos de prueba... Y todos murieron haciendo su trabajo, como yo lo haré. Está bien, nacimos para ello", dice resignado mientras come unos cereales de desayuno. "En la manera en que yo lo veo, estoy haciendo mi trabajo, así un humano pueda tener un lápiz labial o un desodorante más seguro", añade.

De una forma nunca antes trabajada, el cortometraje logra conmover al espectador al decidir humanizar al ser vivo y no reducirlo a una criatura que no siente.

Polémica

Las repercusiones no se hicieron esperar: las redes sociales se inundaron de emotivas reflexiones; todo el mundo lo compartió y, por supuesto, llegó la polémica. Activistas acérrimos, vía redes, cuestionaron la “doble moral” de quienes comparten con tristeza el video pero aún utilizan productos testeados en animales o consumen alimentos de origen animal.

“Siempre que haya un puntapié que haga que las personas comiencen a cuestionarse su consumo, lo vemos positivo. Esto es una apertura a que nosotros podamos llevarles información de otro tipo”, considera Adriana “Ayi” Zurita, activista de la ONG Animal Libre y de la agrupación independiente El Cubo de la Verdad.

“No me parece que sea momento de que la comunidad vegana llame al resto de la sociedad hipócrita, no es la manera de conseguir que seamos escuchados. Es momento de brindarles nuestra ayuda”, añade remarcando que la viralización de Save Ralph, es una gran oportunidad para atraer personas al movimiento . “No es momento de señalar con el dedo a nadie”, subraya convencida.

Algo positivo

Ayi -como la conocen los activistas- afirma que este video y las repercusiones son un buen comienzo hacia la apertura de la empatía y de la consideración ética y moral con los animales. “El video animado es horrible, pero más horrible es la realidad. Nunca te acostumbrás a la crueldad y a lo horrible de ver como tratan a los animales, como los torturan, como los mutilan”, agrega. La activista dice que esta clase de campañas causan impotencia pero le dan más ganas de seguir “activando” por los animales. “Aunque ellos tengan voz, el humano parece no escucharla. Ahí es dónde nosotros jugamos el rol más importante de nuestras vidas. Yo lo siento así; es convertirme un poquito en su voz”, reflexiona.

Agostina Belén Barrionuevo, también activista en El Cubo de la Verdad, cuenta sus emociones al ver Save Ralph: “me causó mucha tristeza, angustia e impotencia. Exactamente lo mismo que siento cuando veo otro video de maltrato animal”, comenta. La joven considera que el video tuvo tal impacto por la humanización del personaje: “eso crea una cierta cercanía y empatía. Si nos fijamos bien, tenía ropa de humano, comía y se higienizaba como nosotros. Es triste que tenga que ser humanizado para generarnos todas estas sensaciones”, enfatiza.

Con respecto a la polémica en redes, medita: “es que la gente comparte el video de Ralph, pero las personas siguen comprando productos que son testeados en animales. Además, el maltrato animal no solo se da en animales de laboratorio. También hay maltrato en esa carne que compras, en huevos, en tu entretenimiento y en muchos otros aspectos”, advierte.

CÓMO SE HIZO EL CORTOMETRAJE QUE CONMOVIÓ AL MUNDO

El video se grabó con la técnica stop motion, que consiste en capturar un objeto estático en diferentes posiciones para crear movimiento. Esto se logra de manera casi artesanal, moviendo el objeto (en este caso, Ralph) al tiempo que se van capturando los fotogramas. La producción fue dirigida por Spencer Susser y contó con Taika Waititi como protagonista y con personalidades de la talla de Zac Efron, Olivia Munn, Ricky Gervais y Olivia Munn en las voces.