CALIFORNIA, Estados Unidos.- “Ahora podemos decir que los seres humanos han volado un helicóptero en otro planeta”. Con estas palabras celebró MiMi Aung, directora del proyecto de la agencia aroespacial de Estados Unidos el éxito del vuelo de la nave robot Ingenuity sobre la superficie de Marte.
Tres metros de altura y 30 segundos de vuelo le bastaron para hacer historia. “Los datos del altímetro confirman que Ingenuity ha realizado el primer vuelo de un aparato propulsado en otro planeta”, anunció un ingeniero del Laboratorio de Propulsión a Reacción mientras la sala de control de la agencia aeroespacial vitoreaba.
Ayer a la madrugada, la humanidad dio un salto, comparable con la hazaña de los hermanos Wright, en 1903, cuando lograron elevar un artefacto más pesado que el aire y dieron inicio a la era de la aviación. De hecho, el minihelicóptero de 1,8 kilos llevaba un poco de tela de ala del avión Wright Flyer, que hizo una historia similar en Kitty Hawk, Carolina del Norte, hace casi 120 años.
El equipo del Ingenuity Mars Helicopter de la NASA, en California, confirmó el breve salto de Ingenuity después de recibir datos a través del vehículo Perseverance, que estaba a más de 65 metros de distancia. Ingenuity viajó a Marte en Perseverance, aferrándose al vientre del rover cuando llegaron a un antiguo delta de un río en febrero.
“Ingenuity es el último de una larga tradición de proyectos de la NASA que logran explorar el espacio más allá de lo que se creía posible”, dijo el actual administrador de la agencia, Steve Jurczyk. “El X-5 abrió camino para el transbordador espacial. El Mars Pathfinder y Sojourner hicieron lo mismo para tres generaciones de rovers. No sabemos a dónde nos llevará Ingenuity, pero los resultados de hoy nos muestran que el cielo, al menos en Marte, no es el límite”, aseguró.
“El altímetro indica que el Ingenuity se elevó a un máximo de 10 pies (3 metros) y mantuvo un vuelo estable por 30 segundos. Luego descendió a la superficie de Marte, tras un total de 39.1 segundos de vuelo”, consigna la agencia en su página web.
El vuelo inicial del Ingenuity fue autónomo, piloteado con guía, navegación y sistemas de algoritmos desarrollados por el Laboratorio de Propulsión de California, pero manejados desde el vehículo Perseverance.
Las dificultades a vencer
El helicóptero, impulsado con energía solar, tomó vuelo por primera vez a las 3.34, hora de Miami (4.34 de Argentina), pero se pudo comprobar varias horas después.
“Los datos tienen que ser enviados y recibidos a través de millones de millas, usando satélites en órbita y la red de Espacio Profundo de la NASA. Por eso el Ingenuity no podía ser manejado mediante un joystick, y su vuelo no podía ser observado desde la Tierra en tiempo real”. informó la agencia.
Thomas Zurbuchen, administrador científico para la NASA, le puso nombre campo donde se desarrolló el vuelo. “Ahora, 117 años después de que los hermanos Wright tuvieran éxito al realizar el primer vuelo en nuestro planeta, el helicóptero Ingenuity logró esta asombrosa hazaña en otro mundo -dijo Zurbuchen-. Mientras que estos dos hecos están separados por el tiempo y por 173 millones de millas en el espacio, estarán siempre unidos. Como homenaje a estos dos fabricantes de bicicletas de Dayton, el primero de muchos aeropuertos en otros mundos, será conocido como Campo Hermanos Wright, en reconocimiento al ingenio y la innovación que impulsan la exploración”.
La agencia de aviación civil de Estados Unidos (ICAO, su sigla en inglés), presentó el código oficial del vuelo: IGY, INGENUITY. También se consignó la ubicación oficial del vuelo, con la designación ceremonial JZRO (referido al Cráter Jezero), donde ocurrió.
El vuelo representaba un verdadero desafío para los ingenieros de la NASA porque el aire marciano tiene una densidad equivalente a solo 1% del de la atmósfera terrestre. Ingenuity debió hacer girar sus palas de rotor mucho más rápido de lo que lo haría un helicóptero en la Tierra para volar. La energía necesaria para volar se basó en una batería de litio que se recargará con un panel solar fijo situado encima de la cruceta. Una cámara de fotos de alta resolución y otra para navegación van dentro de un cubo de 14 por 14 centímetros que dispone de un sistema de calefacción para contrarrestar las gélidas temperaturas de las noches marcianas, que pueden llegar a -100 grados centígrados, entre otras adaptaciones al ambiente.
En Marte, dice Aung, necesitan imágenes de alta definición, que solo se consiguen con vuelos a baja altura. En la actualidad solo pueden tomar imágenes globales desde las naves espaciales, que carecen de calidad para ver los detalles en la superficie marciana.
La ingeniera explicó que el helicóptero serviría también como guía para examinar por adelantado el terreno, para evaluar la mejor ruta para robots o astronautas, y para estudiar el interior de cráteres o abismos. El sueño del ser humano de poder volar se renueva, ahora, en otro planeta.