Autoridades del gobierno chino admitieron que una de las dos vacunas producidas por ese país contra el coronavirus tiene una efectividad baja.
La vacuna de Sinopharm, que se aplica en Argentina, tiene una efectividad alta, de casi el 79%, y previene en un 100% los casos moderados y graves de la enfermedad.
La vacuna de Sinovac, que se aplica en Chile y Brasil -en esté último país también se produce- tiene una efectividad baja, del 50,4%, según los estudios hechos en San Pablo.
Por eso el gobierno chino está considerando combinarlas, según dijo el domingo la máxima autoridad de la agencia china de control de enfermedades, en una inusual admisión oficial de la debilidad de sus sueros, que se están utilizando en varios países.
El director de los Centros chinos de Control de Enfermedades, Gao Fu, reconoció que la vacuna Sinovac "no tiene tasas de protección muy altas".
"Ahora se considera oficialmente si deberíamos utilizar diferentes vacunas de distintas líneas técnicas para el proceso de inmunización'', dijo Gao.
Investigadores en Brasil han determinado que la tasa de efectividad de una vacuna de Sinovac, una compañía china, para evitar casos sintomáticos es de apenas un 50,4%.
Un vocero de Sinovac, Liu Peicheng, admitió que la vacuna de la firma mostró diversos niveles de efectividad, pero dijo que esto puede deberse a la edad de la persona voluntaria del ensayo, a la cepa viral o a otros factores.
Beijing aún no ha aprobado ninguna vacuna extranjera para su uso en China, donde surgió el coronavirus a finales de 2019.