El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, firmó un decreto en el que adaptó las limitaciones a nivel provincial para evitar los contagios de coronavirus. En esta norma hay una disposición especial que permite a al Ministerio de Seguridad de la provincia solicitar a las empresas de energía el corte de servicio en inmuebles donde se realicen fiestas clandestinas y a restablecerlo una vez que paguen la multa.
La medida está dirigida a evitar o castigar la realización de estos eventos que fueron prohibidos ante la pandemia.
La normativa específica que en caso de que se violen las disposiciones nominadas por el Gobierno, “se faculta a las empresas del estado provincial prestadoras de servicios públicos a arbitrar los medios y a ejercer las acciones necesarias a fin de verificar si el inmueble en cuestión, cuenta con suministro en forma regular y se encuentra habilitado en legal forma”.
Toda aquella fiesta que no aparezca registrada en el sistema es considerada clandestina y los organizadores reciben sanciones económicas.
Los presuntos infractores tienen, a la vez, que realizar su descargo. Si pagan la multa, el servicio se reestablece. “Estamos en una pandemia, deseamos una conducta de responsabilidad social pero hay personas que aún no comprenden la gravedad de la situación”, indicaron desde la gobernación. “Es una herramienta a favor del Estado, al que cumple, no se le va a imponer”, cerraron.