La relación entre el gobernador, Juan Manzur, y el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, parece insalvable. Al menos eso se desgrana del debate que mantuvieron los legisladores Gerónimo Vargas Aignasse, Sergio Mansilla -responden al titular del Poder Ejecutivo-, Regino Amado y Javier Morof -se encolumnan detrás del presidente de la Legislatura- en el ciclo "Panorama Tucumano", que conduce el periodista Federico van Mameren.
El motivo del divorcio político entre ambos referentes, las candidaturas de 2023 y una eventual reforma constitucional fueron algunos de los tópicos desarrollados por los cuatro parlamentarios durante la discusión.
En pocas ocasiones coincidieron. Por el contrario, dejaron en claro que si llegara a darse un acuerdo en el marco de las elecciones nacionales de este año, se deberá, exclusivamente, a un motivo pragmático: la necesidad de que el espacio resulte vencedor en tales comicios.
¿Por qué se pelearon Manzur y Jaldo?, indagó Van Mameren, que durante todo el debate actuó como moderador.
"Una suma de cosas desencadenó estos desencuentros", dijo Amado, que optó por elegir otra palabra que, a su criterio, reflejaba mejor la relación entre ambos líderes. Vargas Aignasse también utilizó otro eufemismo para restarle fuerza a la palabra "pelea". "Hoy estamos ante una situación de diferencias profundas. Vinieron sucediéndose una serie de hechos, que culminaron con la elección del ombudsman", señaló; y aunque admitió que hay diferencias, negó que estas hayan afectado la gestión. "La provincia sigue funcionando; no se paralizó: seguimos vacunando, seguimos atendiendo a la gente", dijo.
Inmediatamente saltó el reproche, por parte de los manzuristas, de los despidos que se dieron en la Legislatura, de personas que trabajaban para los parlamentarios que conformaron el bloque "Lealtad Peronista", que se reivindica manzurista.
Hubo un reordenamiento. Se trata de empleados de gente que se escindió del bloque mayoritario; si continuarán en el bloque serían nuestros empleados", explicó Amado.
Mansilla, presidente del bloque que responde a Manzur, refirió, entonces, a una reunión que mantuvo hoy con Jaldo, en la cual se trató el tema de los despidos. "Confiamos en que se dará un reordenamiento. Lo importante es que nosotros venimos consolidando nuestro espacio. Hoy tuvimos una reunión oficial con el presidente de la Legislatura, en la cual se hablaron temas importantes. Hoy no hay un grupo mayoritario, que pueda definir qué temas bajan a la sesión. Hay dos minorías: una, de 20 legisladores; otra, de 14. No alcanza para la mayoría simple; pero el vicegobernador dijo que quiere garantizar la gobernabilidad", dijo Mansilla.
"Del lado de la Legislatura no vamos a poner palos en las ruedas, que impliquen entorpecer la gobernabilidad", ratificó Amado.
Pero Morof mesuró el comentario conciliador del presidente subrogante de la Cámara. "Mientas las cosas que pida Manzur sean coherentes... Todo lo que sea necesario para el bien de los tucumanos vamos a apoyar; vamos a cumplir con función, para eso nos han elegido. Pero no sé si un avión es necesario...", chicaneó, en referencia al pedido de diciembre del año pasado, por parte de Manzur a la Legislatura, de la autorización para adquirir una nueva nave.
Y prácticamente sin que medie respiro, lanzó otro dardo hacia los manzuristas. "Ellos tendrían que explicar por qué se han ido del bloque. Lealtad significa respeto a la ley", dijo Morof.
Vargas Aignasse recogió el guante y le respondió con la historia: "en el peronismo, la palabra lealtad tiene otra interpretacion; que va mucho más allá del significado".
Y seguidamente respondió por qué armaron su propio bloque. "Nos escindimos porque la elección de (Eduardo) Cobos como defensor del Pueblo fue el último eslabón de una cadena de acciones de integrantes del bloque que irritaban a los legisladores. Algunos iban a programas de televisión a hacer críticas desafortunadas de la gestión de Gobierno. Y hay cosas que deben hablarse dentro del bloque. Entonces decidimos que no podíamos estar en el mismo bloque con legisladores que siendo oficialistas hablaban mal de la gestión del gobernador", explicó.
Luego, señaló el carácter presidencialista que rige el sistema de Gobierno argentino, en cualquiera de los ámbitos. "El gobernador había decidido que Fernando Juri Debo continuara como ombudsman; y no hay dos voluntades. Hay un gobernador, hay un jefe. Y si estamos en el bloque del gobernador debemos aceptar esa conducción", afirmó.
En esta idea lo secundó su compañero de bloque. "No me considero ni manzurista ni jaldista. El peronismo siempre se ha caracterizado por el verticalismo. Yo soy respetuoso, y soy verticalista. Pueden ser que las críticas que se hacían eran justas; pero las cosas se discuten adentro; y afuera salimos con un solo discurso. Un justicialista no puede salir a decir lo que piensa; hacia dentro es válido que hablen; no hacia afuera", indicó Mansilla.
Morof dio su interpretación del mentado verticalismo. "El gobernador es el conductor; pero para conducir me tiene que persuadir, no me tiene que obligar. Y él (Manzur) quiere obligar. Han querido hacer una demostración de fuerza", dijo el ex dirigente de Fuerza Republicana.