Tiktok, como todas las redes sociales, no quiere que te vayas. Que una niña termine internada luego de un desafío viral no hace más que darle mala prensa. Por eso, a partir de enero de este año se endurecieron las normas de seguridad y la vigilancia que tiene la App sobre los contenidos. “La empresa elevó los estándares de seguridad para niños, niñas y adolescentes que habitan la plataforma, como todas las redes lo establecen a partir de los 13 años”, explica Hernán Navarro, presidente de Grooming Argentina. Su ONG trabajó junto a Tiktok en esto y asegura que la empresa muestra compromiso y responsabilidad.
Hoy los menores de 16 años no pueden tener una cuenta pública y por lo tanto sus videos no pueden compartirse fuera de sus contactos en TikTok. Sin embargo, el riesgo de la viralización siempre existe. “Desde el momento en que subimos un contenido a las redes sociales, automáticamente ese contenido ya es público, es de internet, deja de ser nuestro”. Para Navarro lo importante es que los adultos acompañen e informen a los jóvenes sobre la importancia de cuidar nuestra identidad digital y proteger nuestros datos personales. “Cuando un contenido se hace viral tracciona a gente desconocida que se involucra con tu perfil y aumenta las potenciales situaciones de vulnerabilidad”, puntualiza.
Tik Tok: 10 claves para entender y gestionar la red que usan nuestros hijos¿Cuáles son, entonces, las normas de la comunidad de TikTok? Por supuesto se penaliza el bullying, la crueldad animal, los actos de violencia, la desnudez y la sexualización. La aplicación prefiere bajar un contenido antes de arriesgarse. Es por eso que muchos tiktokers se quejan de que les eliminan un video inofensivo. “Yo una vez hice un video de humor como que me iba a tirar de la ventana y me lo bajaron”, cuenta Laila Alí, tiktoker tucumana.
Sin embargo, Navarro explica que ningún algoritmo es infalible. “En toda red social se puede ver contenido inapropiado, y sino se induce a verlo en otras plataformas como whatsapp. Las empresas cuando detectan esa vulneración a los estándares de seguridad lo bajan y reportan a una ONG de Estados Unidos. En ese sentido están funcionando bien las plataformas. Por supuesto que existen los casos donde eso no se detecta y es ahí donde está el ojo de los usuarios para activar rápidamente las denuncias”.
Incluso con todas esas normas se escapan algunos “challenges” (desafíos) peligrosos. “Creo que como creador de contenido y tiktoker vos sos comunicador, todo lo que digas influencia a otros. Capaz que te salen muchos chicos hegemónicos, lindos y que se matan en el gym pero no lo muestran. Entonces al que tiene bajo autoestima lo empeora”, puntualiza Laila.
“Siempre está el hater que te recalca el error o te hace sentir mal. Pero eso existe en todos lados, en todas las redes”, agrega Popi Daneri, actriz y tiktoker tucumana que tiene más de 300.000 seguidores.
Y entre otros contras también está el factor de la adicción. “Cinco minutos se hacen una hora y no te das cuenta. Está bueno ponerse un límite de cuánto uno está ahí”, dice Nicolás Ávila quien es otro creador de contenido de la plataforma con cientos de miles de seguidores. “Es muy hipnotizante”, agrega Laila. “Muchos se desinstalan la aplicación cuando están estudiando porque sin darse cuenta ya están mirando videos cada dos por tres y no se dan cuenta.”
Ni mala ni buena
“Yo no concibo a las redes sociales peligrosas per se; son herramientas”, explica Navarro. “Acá yo aplico la teoría del martillo, el martillo sirve para construir pero también podría servir para destruir. Lamentablemente la otra pandemia, que es la pandemia de la pedofilia, encontró en la tecnología un vehículo de contacto y proximidad como nunca antes, con lo cual tenemos que trabajar en la detección temprana, el acompañamiento y en la educación. Nos preocupa mucho lo que estamos viendo y sobre todo la soledad que vemos de niños y niñas en el mundo digital”.