El laboratorio público brasileño Instituto Butantan, del estado de San Pablo, creó una vacuna propia contra el coronavirus y pidió autorización para iniciar ensayos clínicos en humanos. Esperan poder aplicarla a partir de julio, anunció hoy el gobernador paulista, Joao Doria, en un acto sin autoridades del Gobierno federal.
La vacuna, bautizada Butanvac, se presenta en el peor momento de la pandemia en Brasil, con las dos mayores ciudades del país, San Pablo y Río de Janeiro, ingresando en su más profundo confinamiento a partir de hoy y hasta el 5 de abril, en una acción llamada "superferiado" para evitar la circulación de personas.
"Esta es una vacuna desarrollada con todo el conocimiento de las otras. Es una vacuna 2.0 y 100% nacional, con insumos nacionales y que puede atender a países de renta baja y mediana", dijo el director del Instituto Butantan, Dimas Covas, en conferencia de prensa al lado de Doria.
El 85% de la investigación es hecha por el Instituto Butantan, con la cooperación en los ensayos de los gobiernos de Vietnam y Tailandia, que tendrán prioridad en caso de que tenga eficacia demostrada.
El Instituto Butantan precisa recibir la autorización de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para iniciar las fases 1 y 2 de seguridad y compatibilidad en humanos, antes de hacer un test a larga escala en la fase 3, para iniciar su aplicación en caso de ser efectiva.
El gobernador Doria dijo que a partir de mayo se podrán comenzar a fabricar 40 millones de dosis de la vacuna y que, en caso de ser aprobada por Anvisa, pueda sumarse al plan nacional de vacunación del Ministerio de Salud nacional.
El Gobierno de San Pablo, el estado más rico de Brasil y con 46 millones de habitantes, fue pionero en la vacunación contra el coronavirus al aliarse con el laboratorio chino Sinovac, en junio pasado para adquirir y desarrollar en su fábrica la vacuna contra el coronavirus CoronaVac, la principal que se aplica hoy en Brasil.
El Instituto Butantan posee la mayor fábrica pública de vacunas del hemisferio sur y su contrato con China enfrentó al gobernador Doria con el presidente Jair Bolsonaro, quien el año pasado repudió la CoronaVac "por su origen", aunque luego el Gobierno federal la adquirió para llevar adelante el plan actual de inmunización.
Brasil superó esta semana los 300.000 muertos por coronavirus y atraviesa un colapso sanitario, con hospitales que no dan abasto para atender la demanda récord de pacientes internados por Covid-19.
Autoridades atribuyen la explosión de casos a una mutación del coronavirus más contagiosa detectada primero en la norteña ciudad brasileña de Manaos, capital del estado de Amazonas.
La mutación, que ya está presente en 15 países o territorios de las Américas y ha sumado presión sobre los sistemas sanitarios de Venezuela, Perú y Uruguay, entre otras naciones.
Brasil inmuniza a su población desde el 17 de enero pasado con las vacunas china CoronaVac y anglosueca AstraZeneca.
Hasta el miércoles último, habían sido inoculadas unos 17,8 millones de personas, de las cuales 13,38 millones (el 6,32% de la población) recibieron la primera dosis y 4,41 millones (2,09%) recibieron las dos.
Enfrentado con Bolsonaro, que ha minimizado la peligrosidad del coronavirus, rechazado cuarentenas y el uso de barbijo y cuestionado las vacunas, el gobernador Doria destacó que la vacuna Butanvac "es parte de la lucha de la ciencia contra el negacionismo".
Dirigente del Partido de la Social Democracia Brasileña, Doria fue aliado de Bolsonaro en las elecciones de 2018, pero rompió por diferencias en la pandemia.
El paulista es considerado un presidenciable de la derecha liberal no bolsonarista para los comicios de 2022.
Doria dijo que la aparición de la Butanvac no detendrá el contrato de adquisición y fabricación de la vacuna CoronaVac, en una planta específica que pasará a funcionar en el Instituto Butantan a partir de octubre.
El Instituto Butantan depende del estado de San Pablo desde hace más de 100 años y es el principal proveedor de vacunas del Ministerio de Salud nacional.
En ese marco, fue ignorado para la presentación de la candidata a la vacuna fabricada y creada en Brasil el nuevo ministro de Salud, el cardiólogo Marcelo Queiroga, quien reemplazó el miércoles al general Eduardo Pazuello.
Pazuello está investigado por la Justicia por negligencia en la falta de oxígeno medicinal en Manaos.
Bolsonaro pretende iniciar la fabricación de 20 millones de vacunas mensuales de AstraZeneca en el laboratorio federal Fiocruz de Río de Janeiro a partir de abril.
El Gobierno nacional anunció que para fin de año pretende haber adquirido o contar con 510 millones de dosis de varios fabricantes, entre ellos la rusa Sputnik V y las de los laboratorios estadounidenses Pfizer y Johnson & Johnson, más las gratuitas que reciba del programa Covax auspiciado por la ONU.