Tucumán Activa fue el nombre de los megaoperativos que comenzaron a realizarse en la provincia a mediados de 2017. La Policía y las fuerzas federales se unían para realizar controles sorpresivos en diferentes puntos de la provincia, aunque los más notorios eran los que se realizaban en el Gran San Miguel de Tucumán.
Este plan se puso en marcha cuando Regino Amado era ministro de Seguridad y Paul Hofer, su secretario. En cada uno de los procedimientos, según las crónicas de esos días, se secuestraban más 100 vehículos (especialmente motos) y se arrestaban a un promedio de 20 personas por protagonizar incidentes o porque tenían pedidos de captura o circulaban armados.
Luego de que se hicieran cambios en la cartera de Seguridad de la provincia, ese plan fue rebautizado como Ciudad Segura. Se realizaron varios, pero con el correr del tiempo se desarticularon. Sí aparecieron otros megaoperativos que realizaban de manera conjunta todas las fuerzas que tuvieron nombres como “Cobra” (se realizaba a nivel regional para la lucha contra el narcotráfico) y “Trueno” (control para el servicio de transporte de pasajeros). El año pasado, por iniciativa de la provincia, se creó el Concejo de Complementación con el que se coordinó el trabajo de todas las fuerzas para hacer cumplir el aislamiento preventivo obligatorio.
“El aporte de las fuerzas federales es importante en la capacitación; en la articulación de operaciones combinadas; en el análisis criminal, en el desarrollo de tareas de prevención e investigación del delito, en el intercambio de información y el aporte de herramientas para neutralizar actividades delictivas”, señaló el subsecretario de Seguridad José Ardiles.
“También son importantes las tareas en conjunto que se desarrollan para neutralizar y combatir el crimen organizado, especialmente aquellos que son comunes en una región y trascienden los límites provinciales. Por ejemplo, el narcotráfico, trata, abigeato, la sustracción de automotores y el contrabando”, entre otros más.
Un vocero de la Policía de Seguridad Aeroportuaria explicó que sólo colaboran en algunos operativos especiales. Recordó que estuvieron presentes en el operativo Felices Fiestas y realizando controles en la ruta a los valles entre enero y febrero. “Teníamos un puesto de control, y 50 metros había otro de la Policía. No trabajábamos de manera conjunta”, explicó.
En Las Talitas se da una situación particular. Allí se encuentra desde hace años la base del Batallón 55 de Gendarmería Nacional y, desde 2020, las sedes de las secciones Montada y de Canes de la Policía Federal en nuestra provincia. Pero los índices de inseguridad en ese municipio siguen siendo elevados. “Los federales hacen controles vehiculares de manera regular. Pero siempre lo hacen en el mismo horario y en el mismo lugar, es decir, los delincuentes saben que esos días no deben pasar por ahí”, explicó un comisario retirado de la policía provincial.
Días atrás, en el Ministerio Público Fiscal, se produjo una reunión. Gendarmes ofrecieron colaborar en investigaciones, ya que la Justicia Federal, por la pandemia, no estaba trabajando al 100% de su capacidad. Eso sí, también solicitaron si podían entregarles vehículos recuperados del delito porque no tenían los móviles suficientes. “La miseria de recursos se nota en todos lados”, dijo una fuente del MPF.