“Amiga, hay un grupo de Telegram en el que están compartiendo fotos tuyas”. Camila Frasca recibió el mensaje e inmediatamente comenzó a buscar la manera de entrar en ese grupo para ver si era cierto el dato que le habían pasado. Logró hacerlo. Y comprobó que circulaban fotos suyas de cuando era menor de edad (actualmente tiene 25 años). Más tarde, puso la cara en un vivo de Instagram para desenmascarar esta nueva modalidad de atentar contra el derecho a la privacidad, y para difundir los nombres de los pocos miembros que logró identificar.
Telegram es un servicio de mensajería y una red social similar a WhatsApp, pero mucho más sofisticada, que permite la creación de grupos con miles de miembros. Ellos pueden ser públicos o privados, a los que se accede a través de un link que se recibe a modo de invitación. En general se crean en función de intereses comunes. En el que denunció la tucumana, esa motivación era pura y exclusivamente difundir imágenes íntimas de mujeres sin su consentimiento.
El video de Camila tuvo cientos de miles de reproducciones durante esta semana. A ella se la ve entera, más enojada y preocupada que lastimada por lo que vio en el grupo en el que logró infiltrarse. Las imágenes que encontró de ella no eran de contenido sexual pero, según describió, los hombres que las compartía se encargaban de sexualizarlas. “Harta de los pajines”, era el título del video, en referencia a estos usuarios (foto).
Por estos días, el teléfono de Camila estalla de mensajes, en su enorme mayoría de apoyo. Aún así, accedió a una charla con LA GACETA para contar sobre el después de esta experiencia.
- ¿Con qué perfil de usuarios te encontraste en ese grupo?
- No podría definir un perfil claro, primero porque todos resguardan su identidad, son anónimos. De esos cinco que pudimos averiguar su nombre, no tienen relación unos con otros, ni un perfil específico. Hay chicos jóvenes, adolescentes del colegio, señores grandes, empleados públicos con hijos y esposas... y la persona que yo menciono en el video, muy conflictiva en su intimidad, con problemas familiares, con ya varias denuncias por acoso y violencia, que al mismo tiempo trabaja con chicos y hace acciones solidarias. Es muy difícil crear un perfil o estereotipo de personas dentro de este grupo, porque hay de todo.
- ¿Qué sensaciones te quedan, después de haber visto lo que viste ahí dentro?
- La primera sensación es inseguridad, una completa inseguridad, no solo para mí sino para todas las mujeres. Al acoso constante que sufrimos en la calle ahora se suma esta sensación de exposición y de inseguridad en las redes sociales, porque no importa el contenido que elijas subir en tus redes: siempre van a tratar de sexualizarte o de dejarte metida dentro de este grupo que busca algo tuyo. Inseguridad en tu trabajo como en el video de una chica a la que le sacan fotos y videos e informan sus horarios y dónde trabaja. Es una exposición que no todas buscan ni quieren, es horrible y al mismo tiempo parece incontrolable.
- ¿Qué te gustaría que pase a partir de esta denuncia?
- Me gustaría que los entes que deberían protegernos y cuidarnos realmente lo hagan, ya que hace meses se viene tratando de generar una denuncia, no por mí sino por Eliana Sotelo, que fue quien descubrió todo esto, le puso el pecho desde el primer momento y quien se contactó conmigo para poder difundir mejor y de manera más masiva esta situación. A ella no le tomaron la denuncia, no la escucharon durante todos estos meses. Sería bueno que a partir de la viralización de todo esto que está pasando haya alguien que se ocupe de tomarnos la denuncia, que se involucren.
- ¿Creés que las cosas han cambiado algo respecto de años anteriores, con el tema de compartir fotos y videos privados?
- Creo que sí, han cambiado mucho gracias a la cantidad de info que hay en las redes y gracias a las mujeres que se pusieron la lucha al hombro y nos educaron tanto a hombres como a mujeres acerca de que la viralización de contenido sexual está mal. Evidentemente no todos lo han entendido, pero creo que ha disminuido mucho el compartir contenido sin el consentimiento de quienes lo generan.
- ¿Harías una denuncia formal?
- Sí haría una denuncia formal, aunque ya hayan intentos anteriores, con el mismo tema y con el mismo grupo y no nos hayan prestado atención. Es muy importante que la Justicia actúe. Está en marcha, todo lo que se puede hacer se está haciendo.
- Además de los mensajes de apoyo, ¿recibiste insultos o críticas? ¿De parte de quiénes?
- Los mensajes de apoyo, de compromiso y de gratitud han sido tantos, cientos o tal vez miles, de mujeres y de hombres, que los otros quedaron a un lado. Siempre hay gente que te bardea cuando algo se hace tan viral, pero las cuento con los dedos de una mano en este caso, tres o cuatro, y todos de varones. No entendían que yo al hablar de varones no estoy incluyendo a todos los hombres en la misma bolsa, es algo que me parece ridículo tener que aclarar a esta altura: me estoy refiriendo a los varones que hacen eso. También algunos dijeron que quería fama, que estoy haciendo esto para hacerme conocer... es algo que suelen decir mucho, es común que piensen que uno quiere viralizarse exponiendo algo tan terrible como esto. También hubo insultos hacia las mismas chicas que habían sido expuestas en este grupo, como echándoles la culpa; eso me parece lo más terrible en medio de todo este odio concentrado. De ahí en más, los mensajes de apoyo tapan todos esos mensajes de odio.
- ¿Por qué creés que hay hombres que siguen haciendo eso, a esta altura?
- No sabría decirlo, me cuesta mucho ponerme en los zapatos o en la cabeza de alguien que quiere únicamente hacerle daño a otra persona, porque no le encuentro otro sentido. Viralizar algo tan íntimo y personal de alguien que conocés o no, pero que no era para vos... me cuesta mucho entender. Sería bueno que especialistas estudiaran qué pasa por la cabeza de esta gente que no entiende lo que es el consentimiento.
- ¿Cómo te gustaría que se tratara esto en los medios?
- Con perspectiva de género, pero principalmente con respeto hacia la víctima. Que se deje de culpabilizar a las mujeres y que se deje de victimizar al victimario. El que está errado es el que viraliza contenido sin consentimiento.