Recorrer largos caminos comienzan con pequeños pasos. El de la búsqueda de tratamientos para el Alzheimer es sin duda un largo camino lleno de obstáculos, pero un grupo de científicos sanjuaninos, en conjunto con colegas españoles y canadienses, ha dado uno de esos “pequeños pasos”: desarrolló un compuesto que, aplicado mediante gotas nasales, demostró en pruebas de laboratorio ser capaz de revertir la pérdida de memoria que genera el Alzheimer. El hallazgo -informa el Diario de Cuyo- fue publicado recientemente en el prestigioso Journal of the American Chemical Society.

“Es una solución nasal formada por nanopartículas que llevan encapsuladas un fármaco. Este, una vez que llega al sistema nervioso central, favorece que no se acumulen placas amiloides en áreas específicas cerebro, que son un preludio común de la enfermedad y su característica pérdida de memoria”, explicó Martín Bruno, director del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Católica de Cuyo. Allí se llevó a cabo el estudio, del que participaron también la especialista en neurociencias María Eugenia Navas, la doctora en Ciencias Químicas María Beatriz Bistué, y María Belén Mestre, especialista en Biología Molecular.

Uno de los rasgos más importantes del descubrimiento es que el compuesto no provoca aumento de lípidos en sangre, elemento clave para que no se genere aumento de colesterol.

“La comunidad internacional destacó de nuestro estudio la facilidad del método de aplicación, y que no genera efectos secundarios en la salud; porque si se aplica un compuesto que beneficie la salud cognitiva pero te genere riesgo de infarto, no sirve”, indicó Navas.

Escalar

“El compuesto ha sido solo probado en animales con resultados muy favorables y ahora buscamos consenso internacional para armar ensayos clínicos en humanos”, añadió Bruno; señaló además que el compuesto utilizado es de “producción propia” y no puede conseguirse en otro lugar del mundo, y que una segunda fase requiere obtener recursos para producirlo a gran escala.

Según el resumen del artículo publicado en Journal of the American Chemical Society, en ratones “comunes” de laboratorio determinaron la biodistribución del compuesto en el sistema nervioso central y las dosis efectivas; luego, con ratones modificados (aportados por la “pata canadiense”) estudiaron los efectos, para lo que contaron con los colegas españoles. “Los beneficios del tratamiento incluyeron la prevención del deterioro de la memoria y una reducción significativa de los oligómeros A del hipocampo, sin afectar los niveles de lípidos plasmáticos”, destaca el texto.