El oficialismo atraviesa su mayor momento de tensión interna desde 2015, cuando el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo fueron electos por primera vez integrando la fórmula del Partido Justicialista (PJ).
En el espacio que responde al presidente de la Legislatura objetaron los dichos de dirigentes afines al Poder Ejecutivo (PE), quienes pusieron en duda la lealtad del jaldismo al gobernador y al presidente, Alberto Fernández.
Manzur rechaza la tregua y recrudece la internaDe hecho, tanto en el Poder Legislativo como en el Concejo Deliberante de la Capital los aliados a la Casa de Gobierno bautizaron sus bancadas como "Lealtad Peronista".
El legislador Daniel Deiana, aliado a Jaldo, salió al cruce de esos dirigentes.
"No se debe confundir el gobierno con el partido solamente por intereses personales", manifestó el integrante del bloque Justicialista de Todos.
Luego, recordó que "Juan Domingo Perón decía que conducir es persuadir; no mandar ni amenazar; no intimidar, como pretenden algunos sin razón".
"En vez de trabajar para resolver los problemas de los tucumanos, se reúnen para hablar de cosas que no le cambian la vida a la gente", fustigó Deiana.
Y cuestionó "a quienes creen que pueden decirnos quién es peronista y quién no".
"Muchos de los que hoy dicen ser los leales al gobernador se fueron del PJ; en el 2015 militaban en Cambiemos y no reconocían el triunfo de la fórmula Manzur-Jaldo. Ahora, creen tener el derecho de admisión de los 'compañeros' y las 'compañeras' de nuestro partido", remarcó Deiana.
Además, se diferenció del discurso manzurista. "Somos muchos los que creemos que la lealtad debe ser al pueblo. Porque, como nos enseñaron, primero debe estar la patria, después el movimiento, y por último los hombres", aseveró.