La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, se refirió al proceso de inmunización que lleva a cabo su cartera y brindo precisiones sobre el plan de prevención en caso de una segunda ola de contagios en el país. Además, cuestionó la inequidad que sufre la región en el acceso a las vacunas.

“Sabemos que la posibilidad de una segunda ola existe, lo vimos en el hemisferio norte y lo estamos viendo en varios países de nuestra región por lo que el objetivo es tener a la mayor cantidad de la población con riesgo de enfermar y morir vacunada”, expresó y aclaró que en esta primera etapa el propósito de la campaña es reducir la mortalidad.

La funcionaria asistió a un encuentro que tuvo hoy con periodistas de ciencia y agregó que “la disminución de la transmisión en Argentina y el mundo va a requerir de más tiempo, pero mientras, aunque tengamos casos, buscamos disminuir las muertes y que nuestro sistema de salud continúe dando respuesta como hasta ahora”, añadió la directora nacional de Epidemiología, Analía Rearte. Por esa razón es fundamental continuar con las medidas de cuidado como utilizar tapabocas, mantener una distancia mínima de dos metros, ventilar los ambientes y evitar las reuniones sociales en espacios cerrados.

Por otra parte, Vizzotti se refirió a la distribución internacional de los inoculantes. “Muestra una inequidad que no es nueva, por lo que es un gran logro que Argentina y otros países de la región estén vacunando. Hay que poner en valor lo conseguido”.

“La vacuna es una herramienta más dentro de un abordaje integral para minimizar el impacto de la segunda ola”, advirtió Vizzotti y agregó que “con la vacunación comenzó el fin de una etapa pero el tiempo en la que se verán los resultados lleva meses”.

En este sentido, destacó todo el trabajo logístico, de recepción, control y distribución de las vacunas a cada una de las jurisdicciones que “nunca fue tan rápido y sólido en toda la historia de la vacunación en Argentina”.

En esa línea, explicó que el proceso de desaduanaje se realiza ni bien arriban las vacunas al aeropuerto, desde la pista directo al operador logístico, luego el Instituto Nacional de Medicamentos (INAME) de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) controla la documentación de origen y autoriza el uso de cada lote. "Por lo general, en 48 horas las dosis se distribuyen a todas las jurisdicciones, que a su vez reproducen las acciones a nivel local para enviar a los distintos puntos de vacunación", indicó.

Ayer comenzó la distribución de un total de 399.000 dosis del componente 1 de la vacuna Sputnik V a todas las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el objetivo de continuar el plan de vacunación contra COVID-19 y sostener la inoculación de personas mayores de 70 años. Además, la semana pasada se repartieron 375.805 dosis del segundo componente de la mencionada vacuna.