Puesteros del Mercado del Norte cargaron contra la Municipalidad de San Miguel de Tucumán por la clausura del edificio, y expresaron sus dudas con respecto a la posibilidad de que el edificio se derrumbe, más allá del colapso de dos columnas ubicadas en el sector sudeste de la construcción.
Los trabajadores del lugar recordaron que el inmueble situado en pleno microcentro "forma parte del patrimonio cultural de Tucumán". "Fue inaugurado en 1880. Lleva 141 años siendo el sustento económico para puesteros, proveedores, camioneros, cadetes, personal de limpieza, personal de seguridad y todas sus familias", indicaron en un escrito enviado a LA GACETA.
En ese sentido, consideraron que el lugar "está en la mira de políticos y empresarios tucumanos hace más de 20 años".
"Con los distintos cambios de gobierno, nos fuimos enfrentando a amenazas de cierre y de demolición. En la actualidad, el intendente (Germán) Alfaro tomó como excusa el daño en dos pilares externos para por fin cerrar esta propiedad", señalaron.
Si bien advirtieron que el viernes 5 a la noche "hubo un desprendimiento en dos pilares" situados "a las afueras del edificio", sostuvieron que "a partir de allí ocurrieron hechos incongruentes" y que ameritan una explicación oficial.
"El ingeniero Rafael Blanca, quien estuvo al frente de la evaluación de la situación del edificio, aprobó el retorno a nuestros puestos de trabajo para el día martes 9. Lo único que faltaba era la firma del intendente. Cuando llegamos a trabajar al día siguiente, no nos dejaron ingresar al edificio. Esa mañana, Alfaro comunicó que se debía desalojar y que teníamos que retirar todas nuestras pertenencias. En ningún momento ni el intendente ni ningún representante de la Municipalidad se acercó hacia nosotros a explicarnos la situación; nos enteramos de que cerraban nuestros comercios por la prensa", reprocharon los puesteros.
Los representantes del sector reclaman "saber qué pasó en el transcurso de esas horas".
"Vendemos productos perecederos. Durante esta semana no sólo no pudimos trabajar, sino que además perdimos mucha mercadería. ¿Cómo recuperaremos los días de trabajo? ¿Quién se hará responsable de las pérdidas de mercadería?", remarcaron.
Los puesteros reclamaron "una instancia de diálogo con el intendente Germán Alfaro".
"Contamos con arquitectos e ingenieros que consideran que el edificio, si bien necesita reformas, no se encuentra en peligro de derrumbe. Queremos autorización para que nuestros profesionales puedan ingresar al edificio a hacer sus propias pericias. Estamos seguros de que no se va a derrumbar; es nuestro lugar de trabajo, trabajamos con nuestros hijos y nietos, y jamás pondríamos en peligro a nuestras familias", expresaron los puesteros.
En ese sentido, indicaron que si el diagnóstico efectuado bajo por cuenta de los trabajadores es desfavorable, se debería habilitar un nuevo espacio "donde podamos abrir nuestros comercios para seguir trabajando, hasta tanto podamos regresar a nuestro predio de trabajo, lugar preciado para nuestras familia".
"Hace años estamos a la espera de respuestas por parte de las autoridades municipales a los sucesivos pedidos de refacción de nuestras instalaciones. Los últimos trabajos de la municipalidad fueron en 1987, hace 34 años. Denunciamos el abandono por parte del Estado al Mercado del Norte", sostuvieron.
Por último, expresaron una serie de consignas; entre ellas, que se garantice el retorno a sus puestos una vez que el inmueble esté en condiciones. "No retiraremos nuestra maquinaria hasta tanto nos sea asignado un espacio de trabajo. ¡No al cierre del Mercado del Norte!
¡No a la privatización de los edificios estatales!", exclamaron.