Mercado del Norte (I)
Amigos, toda ciudad tiene su mercado de abastecimiento, que cumple las necesidades elementales para cada hogar. Nuestro emblemático Mercado del Norte es una tradición que lleva años al servicio de nuestra economía diaria, brindando calidad y variedades en sus diferentes rubros; si bien está ubicado estratégicamente en el microcentro tucumano, es el eje principal cuando se aproximan las fechas de pagos; ya que las entidades bancarias pululan en el lugar. ¿Quién no degusta una pizza o sándwiches de miga, milanesas, empanadas o menús? Ah, una tradición. Pero no todo lo que brilla es oro, con el paso del tiempo se cerraron muchos puestos; hasta sonaba el cierre definitivo. ¿Cuál es el motivo? Hoy la realidad golpea fuerte a la entrada principal de calle Maipú y Mendoza; cedieron dos vigas y hay peligro de derrumbe. En realidad, necesitamos urgente una solución, muchos puesteros cerraron sus puertas. Por favor, Sr, Intendente, el Mercado es un patrimonio y nos pertenece.
Daniel Francisco Leccese
Mercado del Norte (II)
En 40 años estos gobiernos jamás pensaron en construir un mercado nuevo para reciclar algo obsoleto, sabiendo que esa fachada tiene 80 años. Hay que ser inoperantes... especularon con los trabajadores de un espacio que, sabían, iba a colapsar. Esa manera deshumanizada y sin criterio en tiempos de democracia evidencia la poca preocupación de la clase que gobierna. Juicio político a esta insensatez, esta desprolija manera de tratar a los ciudadanos.
Carlos Rubén Ávila
Desafío
Al leer cada día las noticias advertimos el deterioro de diversos edificios importantes que van cediendo al paso del tiempo. En esa preocupante visión que nos inquieta esperamos que también haga mella en quienes tienen la responsabilidad de su cuidado y mantenimiento. Tucumán, otrora “Jardín de la República”, abandona esa imagen de belleza por la deplorable decadencia de una ciudad que, teniendo tanto para ofrecer, muestra el desagradable aspecto que otorga la negligencia, la falta de interés y la limitada conciencia no solo ambiental sino de escaso discernimiento, que resta credibilidad a los que se gastan anunciando proyectos al viento. Una ciudad muestra la diligencia de sus gobernantes y funcionarios públicos y la meticulosidad con la que se manejan, o por el estado de abandono en la que la sumen. Diversas circunstancias van marcando la trascendencia de los actos y las virtudes de sus representantes o lo contrario. El valor histórico y cultural de nuestra ciudad amerita poner todo el empeño en su lucimiento y conservación. Es una proeza que aguardamos ansiosamente y que la memoria sabrá mantener. ¿Quién quedará en la historia tucumana como un líder virtuoso despojado de egoísmos que actúe con la generosidad de los grandes hombres preocupados por el bien común y por un lugar acorde a sus expectativas? Es un desafío a tener presente.
Nelly Elías de Benavente
La longevidad
Le agradezco al señor Eduardo Nieto el hecho de que en su carta de ayer en LA GACETA, titulada “La longevidad”, haya corregido mi error al afirmar que el padre Andrés Petrich falleció pasados los 100 años, cuando en realidad su muerte aconteció a los 96. Me equivoqué al tomar una referencia equivocada, confiando ciegamente en mi memoria, olvidando que la memoria muchas veces falla. También le agradezco el hecho de poner el link de los Claretianos del Sur, para entrar a ver algunas novedades, una de las cuales me hizo doler un poco el alma: la reciente partida del padre Raúl Mehring, cosa que no me había enterado. Junto a ambos padres citados, otros claretianos también fueron para mí como mis padres afectivamente. Porque estuve internado dos años (1983-84) en la casa que poseen en Villa Claret, en calidad de pre-novicio en el peor momento de mi vida. Podré confundirme los nombres y las edades, pero jamás olvidaré lo que me brindaron ni lo que viví en relación con ellos. Si el señor Nieto los conoce, lo invito a leer una carta publicada en enero de 2016, en el diario La Capital, de Rosario, en la cual quizás encuentre nombres que le resulten familiares y le retrotraigan como a mí afectos inolvidables. Este es el link de la misma.
Daniel Chavez
Las cartas para esta sección deben tener un máximo de 200 palabras, en caso contrario serán sintetizadas. Deberán ser entregadas en Mendoza 654 o en cualquiera de nuestras corresponsalías haciendo constar nombre y domicilio del remitente. El portador deberá concurrir con su documento de identidad. También podrán ser enviadas por e-mail a: cartasaldirector@lagaceta.com.ar, consignando domicilio real y N° de teléfono y de documento de identidad. LA GACETA se reserva el derecho de publicación.