Michelle Bachelet, máxima funcionaria de derechos humamos de la ONU, afirmó este jueves que su oficina está preocupada por "crecientes signos de reducción del espacio cívico" en Venezuela y pidió a las autoridades de ese país revertir la situación antes de las próximas elecciones.
Durante su discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, Bachelet dijo que la situación humanitaria se agravó en los últimos meses en Venezuela por la pandemia del coronavirus y que esto generó protestas sociales y un continuado éxodo.
"Me inquietan los crecientes signos de reducción del espacio cívico", dijo la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, luego que una misión independiente de la ONU que el año pasado estuvo en Venezuela denunciara que continúa la represión de opositores.
Ayer, el Gobierno de Nicolás Maduro rechazó el informe de la misión de la Organización de las Naciones Unidas.
"Venezuela expresa su más firme rechazo a las falsas acusaciones realizadas por la mal llamada Misión Internacional de Determinación de los Hechos. Una vez más, se vierten señalamientos carentes del más mínimo sustento, a partir de matrices mediáticas y sin contacto directo con la realidad del país", aseguró la Cancillería en un comunicado.
Desde Ginebra, el representante venezolano ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Hector Constant Rosales, también había condenado el informe y había reclamado: "Este consejo debe reforzar nuestra cooperación con la comisionada Bachelet, que están dando resultados pese a que han sido ignorados por la misión".
Sin embargo, Bachelet fue dura con el Gobierno de Maduro. "Desde septiembre, mi Oficina ha documentado al menos 66 casos de intimidación, acoso, inhabilitación y criminalización de periodistas, medios de comunicación, defensores de los derechos humanos, trabajadores humanitarios, líderes sindicales y miembros o partidarios de la oposición", señaló.
"Desde septiembre, el acceso a los servicios básicos, como la asistencia médica, el agua, el gas, los alimentos y la gasolina, ya escaseando, se ha visto aún más limitado por el efecto de la pandemia. Esto ha generado protestas sociales y ha agravado la situación humanitaria", agregó.
"Según algunas organizaciones, el salario medio estaría por debajo de U$D1 al mes, mientras se estima que el precio de la canasta de alimentos ha aumentado un 1.800% en el último año. Alrededor de un tercio de los venezolanos estaría en situación de inseguridad alimentaria", advirtió.
"En este contexto, la asistencia humanitaria es aún más esencial. Me preocupan las recientes iniciativas para imponer restricciones indebidas a la capacidad de actuación de las Ongs, incluida la congelación de activos. Pido que se reanuden los proyectos suspendidos", dijo.
La ex mandataria de Chile dijo también que su oficina sigue recibiendo denuncias de "ejecuciones extrajudiciales en el contexto de operaciones de seguridad".