La idea de reformar el Mercado del Norte está en carpeta en las oficinas de la Municipalidad capitalina desde hace tiempo, dentro de un proyecto más amplio que tiene como eje estratégico jerarquizar todo el microcentro.
“Trabajar en esa zona es fundamental para volver a darle la característica y los valores históricos a San Miguel de Tucumán, con sus edificios patrimoniales; en este contexto, juega un papel importantísimo el Mercado del Norte”, aseguró el ex subsecretario de Planificación Urbana del municipio, Luis Lobo Chaklián. Recalcó que este edificio representa la esencia del lugar y del modo de vida de los habitantes de la ciudad.
En su gestión impulsó la idea de darle un nuevo lugar de esparcimiento a la gente. “El proyecto desarrollado en su momento estaba basado en que cuando ya cerraron los comercios, apareciese otro lugar, que es un espacio gastronómico que hoy no tenemos en el Mercado. Ahí surge la idiosincracia de la propia comunidad”, dijo.
Para el arquitecto, además, la reparación del edificio no sólo se trata de embellecer la ciudad sino que también significaría un beneficio económico para el rubro turístico. “Tenemos que ir recuperando valores. Los turistas pernoctan un promedio de dos noches en la capital, con un impacto directo en 17.000 personas que trabajan en este sector, sea en transporte, hospedaje, etcétera”, precisó, y agregó: “generar una ciudad atractiva desde el punto de vista histórico nos permitiría asegurar, por lo menos, que los viajeros se queden en promedio una noche más”.
Esgrime que cuando se visita una ciudad, lo primero que se conoce es su Catedral, la plaza principal, la sede gubernamental y el mercado céntrico; así, tenerlo en buenas condiciones sería esencial. “Otra cosa importante es darles actividad a los valores patrimoniales”, remarcó.
La máxima traba es el alto costo de llevar adelante una obra como la proyectada para el Mercado del Norte. “El año pasado estaba en el orden de los $500 millones, así que ahora probablemente sea incluso más alto. Es una inversión que los privados podrían hacer, pero no tienen mucho interés”, se lamentó. Y afirmó que la mentalidad del empresario tucumano “va por otro lado”. “Cada uno apuesta su plata donde le parece correcto, y en un desembolso de semejante envergadura generalmente es el Estado el que se hace cargo”, admitió. Pero actualmente es un gasto imposible de afrontar para un municipio como San Miguel de Tucumán. “Encima la separación que hay entre la Provincia y el municipio hace que sea todavía más difícil que se realice”, reconoció, y recordó que el proyecto fue enviado oportunamente al Gobierno central para que sea la Nación quien se haga carga de financiar la remodelación.
El plan integral municipal sobre el microcentro incluye las semipeatonales en desarrollo. “No son algo casual, sirven para darle valor al casco histórico, con un plan para que convivan tranquilamente el peatón con el auto, siempre priorizando al primero”, finalizó.