La cuenta regresiva para el Superclásico está en curso, con su carga de ansiedad, expectativa, adrenalina, incertidumbre y temores. Se sabe que poco importa cómo lleguen los actores de esta película. Por caso, aquí no hay tendencia que valga y cobra fuerza inusitada aquello de “dinámica de lo impensado” que propuso Dante Panzeri para describir al fútbol.

En la Copa de la Liga profesional, Boca viene en coche, con un 7-1 a Vélez, que le dibujó un sonrisa de Guasón y lo volvió descubrir como equipo, después de varios partidos en los que parecía ser solamente un compendio de voluntades individuales. ¿Volverá a ser titular Carlos Izquierdoz? ¿Seguirá Gonzalo Maroni en el equipo luego de hacer dos goles?

DUDA “MILLONARIA”. Jonatan Maidana tiene chances de jugar.

River pasa horas extrañas. A poco de su paliza a Racing en Santiago del Estero para quedarse con la Supercopa, lo que puso en éxtasis, al plantel y a los fanáticos, tropezó con Argentinos en su propia casa, en el torneo doméstico. ¿Estarán Jonatan Maidana y Agustín Palavecino desde el comienzo? ¿Y Gonzalo Montiel?

Según los resultados recientes, hay uno que llega envalentonado, y otro advertido. Pero, lo dicho, aquí no sirven los antecedentes, menos los cercanos. Desde las 18 del domingo, en La Bombonera, empezará a hablarse con papeles en las manos. Y un detalle en medio de esta trepidante previa: el árbitro será Facundo Tello. Dicen las estadísticas que al “Xeneize” le fue mejor con él que al “Millonario”. En fin, más color para esta pintura.