Si bien entienden que el domingo hay cuestiones sobre el hecho que quedaron en evidencia, los familiares de Juan Pedro González, el bollero de 74 años que fue asesinado el viernes por una pareja de motochorros, consideran que la acusada Karen Daiana Frías, de 20 años, no fue sincera con respecto a su responsabilidad en el hecho. Por ello, adelantaron que presentarán otro video en el cual se dilucidaría cuál fue su participación en el asalto que terminó con la vida del vendedor ambulante.
El domingo solicitaron el rol de querellante, sin embargo los tiempos procesales no permitieron que el abogado de la familia damnificada, José Luis Robles pudiese intervenir en la primera audiencia en contra de los acusados. En ella se acusó como autor del homicidio en ocasión de robo a Omar Leonardo Santana, de 24 años, y a su pareja como partícipe secundaria; esta última cuestión es la que los hijos de González discuten. Constituidos como querella desde el lunes, aportarán sus pruebas a la Justicia e intentarán comprobar si la joven no fue partícipe necesaria del hecho de sangre.
“Si bien desde el primer día se contó con una gran cantidad de pruebas obtenidas, hasta el día de hoy seguimos consiguiendo testimonios de testigos. Hay personas que, alertados por los disparos, salieron a intentar auxiliar a González. Vieron a sus agresores”, le contó Robles a LA GACETA, el abogado explicó que por el momento él hablaría públicamente en nombre de sus representados. “Hay un segundo video, que no se viralizó y que estamos analizando porque puede llegar a ilustrar más el hecho. Si bien entendemos que el hecho quedó claro con las tomas de la primera cámara, consideramos que este segundo puede servir para demostrar algunos detalles”, agregó el profesional.
Robles indicó que mientras analizan ese nuevo video, evalúan también la calificación del delito que se les imputó a Santana y Frías. “Un homicidio en ocasión de robo puede implicar una pena de hasta 25 años, sin lugar a beneficios. Es una pena que se cumpliría completa en prisión. Lo que estamos evaluando ahora, es si la joven no fue partícipe necesaria del crimen, porque nosotros en las tomas interpretamos que ella llevaba el arma en la moto. A esto lo estamos analizando con peritos”, argumentó. “Por lo demás no habría muchas dudas. Si nos llevamos por el descargo de la acusada, ella misma se ubicó a sí misma y a su pareja en el lugar de los hechos”, añadió.
“Mis representados no ven que haya habido un arrepentimiento por parte de la acusada Frías. Mucho menos por parte de su novio, Santana, que ni siquiera declaró. Ninguno pidió perdón por sus acciones. Ellos estaban dando vueltas por el barrio momentos antes del hecho, lo de la torta no se acredita por ahora. Sus dichos fueron una manera de intentar evitar tener mayor participación en el hecho”, enfatizó el abogado. Por último, destacó que algunos familiares de la joven tuvieron una actitud “lógica y coherente” con la ley al momento de colaborar con la Policía y los investigadores al momento de las detenciones. “Por lo que se puede ver tuvieron testimonios espontáneos; no quisieron ser partícipes de ninguna manera con esta actitud delictiva que se exhibía en el video que circuló por redes sociales”, finalizó.