La función de entrenador no se limita a decidir el nombre de los 11 jugadores que saldrán al campo de juego y luego ordenar los cambios que considere necesario. Con el paso de los años, esta profesión fue evolucionando y se convirtió en algo esencial en el mundo del fútbol. Las exigencias y obligaciones son múltiples. Por eso necesitan prepararse, capacitarse y sumar experiencias. Los cursos que otorgan las licencias correspondientes son obligatorios y existen diferentes niveles para ejercer de acuerdo con los proyectos individuales.
No todos pueden alcanzar el reconocimiento internacional de Pep Guardiola, José Mourinho, Jürgen Klopp, Zidenide Zidane y otros. Muchos trabajan en el ascenso, en liga menores e incluso en las divisiones formativas. Todos deben estar preparados para desarrollar su trabajo desde el lugar que les toque ocupar.
Un entrenador tiene entre sus funciones ayudar al crecimiento de un futbolista, no sólo desde lo profesional. Debe acompañarlo durante el proceso de aprendizaje y ayudarlo a perfeccionar el remate o enseñarle en qué sector del campo de juego debe colocarse para potenciar sus cualidades dependiendo de las circunstancias de un partido y de las necesidades del equipo. Paralelamente debe ayudar a que el deportista crezca en todos los sentidos, tanto en la actividad que desarrolla como en su faz personal.
Educación integral
“El técnico debe diagramar el trabajo técnico y físico. Además, tiene que centrarse en la educación integral del chico. Estar atento al comportamiento con los compañeros de equipo, en el colegio y con su familia. Se trata de una educación integral”, explicó Néstor Rodríguez. El secretario general de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (Atfa) seccional Tucumán explicó sobre la labor que deben cumplir los egresados de la Escuela para Directores Técnicos de fútbol de esa entidad gremial, de la cual también es su director.
Los tiempos obligan a adaptarse a las necesidades de cada momento. Ahora se presta más atención al estudio de la psicología y la pedagogía. No sólo con los futbolistas cuando son menores, también lo necesitan muchos profesionales. Es muy importante para guiarlo tanto en el comienzo como en el final de su carrera. “Deben aprender que el fútbol es una circunstancia de la vida y por eso hay que tener lista una salida llegado el caso. El futbolista tiene una carrera corta. Muy joven deja de practicarlo de forma profesional y antes del retiro puede comenzar a prepararse para hacer esta carrera que le permitirá tener un proyecto para mantenerse ligado al fútbol después del retiro”, aclaró Rodríguez. El trabajo de director técnico adquiere importancia cuando el jugador decidió colgar los botines.
Avalado por Conmebol y la AFA, la escuela de técnicos de Atfa ofrece una salida laboral a aquellas personas que viven el fútbol con pasión. Dos años y medio de cursado son los necesarios para recibir la licencia Pro, que los habilita para ejercer la profesión en Primera y en clubes del exterior. De todos modos, la carrera permite dirigir en diferentes niveles mientras avanza con el curso, ya que otorga permisos para estar a cargo de un equipo de infantiles o juveniles, primero, y luego dirigir equipos de Liga y semiprofesionales. Atfa, como institución gremial, está haciendo las gestiones necesarias para que la función del director técnico sea reconocida por todos los clubes del país. La persona a cargo de un plantel debe tener la capacitación necesaria. “Algunos dirigentes expresan que sus equipos son amateurs. Respetamos al fútbol amateur, pero el trabajo del técnico es profesional. Eso no significa que le tienen que pagar grandes sumas de dinero, sino que el trabajo que se hace con los niños, jóvenes y de Primera debe ser reconocido”, resaltó Rodríguez, un viejo luchador de una profesión a la que no todos le reconocen su importancia. (Producción periodística de Joaquín Mariné)