La polémica por el llamado "Vacunatorio VIP" golpeó al Gobierno nacional al punto que el propio presidente, Alberto Fernández, tuvo que referirse al tema en su gira oficial por México.
En diciembre pasado, el Gobierno había establecido un protocolo para el plan de vacunación. Sin embargo, ese protocolo no se cumplió con los denominados "vacunados VIP". De manera oficial, el Ministerio de Salud había establecido siete grupos de personas que estaban con prioridad para recibir la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Ahora se supo que ese esquema fue vulnerado por el sistema paralelo montado para inmunizar a periodistas, familiares y dirigentes gremiales y políticos en detrimento de los sectores que el gobierno nacional mismo había definido como prioritarios.
El plan oficial
Al anunciar la puesta en marcha del plan de vacunación, en diciembre de 2020, el Poder Ejecutivo publicó en el Boletín Oficial la Resolución 2883/2020 en la que planteaba el plan de vacunación en el país.
En ese documento se aclaraba que los primeros meses, Argentina recibiría una cantidad limitada de dosis y que, por esa razón, sería necesario administrarlas según criterios sanitarios específicos y objetivos.
El esquema de vacunación comenzaría por los grandes centros urbanos, donde el virus se propaga con mayor facilidad, y se aplicaría a los grupos con mayor exposición a la enfermedad o con mayores riesgos de vida, según se anunció en aquel momento.
Los grupos habían sido establecidos, por la cartera de Salud que conducía en aquel momento Ginés González García, de la siguiente manera:
Primer grupo: la prioridad absoluta sería el personal de salud, tanto de establecimientos de gestión pública como privada. A su vez, este grupo se subdividiría acorde al riesgo de su actividad. Por ejemplo, los médicos y enfermeros de unidades de terapia intensiva o guardias de hospital tendrían prioridad absoluta por su contacto casi continuo con pacientes infectados.
Segundo grupo: se ubicaban los “mayores de 70 años” y los pacientes que viven en geriátricos, dado que fue en este tipo de establecimiento donde se registraron los brotes más letales al inicio de la pandemia.
Tercer grupo: los mayores de 60 años. Hasta el momento, ningún distrito comenzó con la vacunación en este rango etario.
Cuarto grupo: el personal de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y de servicios penitenciarios.
Quinto grupo: los adultos de entre 18 y 59 años que presentan factores de riesgo quedaron ubicados en el quinto nivel de prioridad. Concretamente, el plan de vacunación se refería a las personas diabéticas -insulinodependientes o no-, con obesidad grado 2 (índice de masa corporal -IMC- mayor a 35) y grado 3 (IMC mayor a 40), con enfermedades cardiovasculares, renales o respiratorias crónicas.
Sexto grupo: los docentes y no docentes de los niveles educativos inicial, primaria y secundaria. Los educadores serán inmunizados con el millón de dosis de Sinopharm que llegará desde China.
Séptimo grupo: en el último lugar de prioridad llegarían las poblaciones que cada jurisdicción defina como “estratégicas”, los habitantes de barrios populares, personas en situación de calle, pueblos originarios, personas privadas de libertad, y los migrantes.
Las razones
Luego de que estalló el escándalo, el Gobierno nacional argumentó que muchos de los funcionarios y legisladores que fueron vacunados por indicación directa del entonces ministro Ginés González García constituían “personal estratégico del Estado”.