El torneo recién comienza. Omar De Felippe lleva apenas 36 días al mando del equipo. Sería apresurado, entonces, hacer un balance de su gestión como DT, aunque con dos partidos oficiales y algunos amistosos, se empieza a notar la mano del entrenador.
El primer gol del lunes es una muestra clara de lo que intenta el técnico, poniendo a Javier Toledo como única referencia en el área, dejando los espacios para que los volantes lleguen desde atrás por sorpresa. La recuperó Nicolás Aguirre y descargo rápido para Guillermo Ortiz, el central cedió la pelota a Ramiro Carrera que se vistió de conductor para combinarse con Toledo, que fue el que arrastró las marcas y habilitó a Augusto Lotti, que recibió, giró y definió. En esa jugada, Atlético terminó con Toledo, Carrera, Lotti y Guillermo Acosta dentro del área. Los cuatro hicieron la transición defensa- ataque a la perfección y abrieron el partido que en ese momento tenía sólo un equipo en la cancha: Atlético. Con el correr de los minutos, esas triangulaciones se fueron desvaneciendo, el “Decano” dejó crecer a su rival y terminó perdiendo el partido. Si Atlético logra sostener durante todo el partido esos primeros 25 minutos que hizo frente a “CC”, seguramente el equipo sumará más de lo que pierda.
Las variantes con las que cuenta el “DT” no son muchas, a menos en el inicio del torneo. Frente a Unión, el entrenador se quedó con un cambio bajo la manga, ni siquiera utilizó esa quinta variante para enfriar el partido. El lunes, cuando el equipo no le encontraba la vuelta al cerrojo que propuso Gustavo Coleoni en el sector defensivo, los tres cambios que hizo el técnico no surtieron efecto positivo y, a pesar de contar con dos variantes más (se permiten cinco cambios), Tomás Marchiori, Agustín Lagos, Nicolás Romero, Gustavo Toledo, Hernán Rosales y Nicolás Laméndola se quedaron en el banco. La situación puede cambiar el próximo lunes, porque contaría con Matías Alustiza y Oscar Benítez, dos jugadores que pueden oxigenar el ataque cuando el equipo no encuentra respuestas.
Otra de las cuestiones por mejorar que tendrá el equipo es la concentración. El propio técnico durante la semana manifestó que el empate en Santa Fe llegó por un descuido en un momento clave. Ayer la historia se repitió. Casi sobre el final y con un equipo volcado al ataque perdió lo que hasta ese momento parecía un punto asegurado. Lo mismo le pasó al “Decano” en uno de los amistosos de pretemporada, cuando Estudiantes anotó dos goles en dos minutos sobre el final del encuentro. Un patrón que se repite, en el que el técnico tendrá que trabajar para que los puntos no sigan escapándose.
Se viene la tercera presentación, otra vez en su estadio. El equipo de De Felippe mostró momentos de buen fútbol y otros que generó zozobras en sus hinchas. Guiarse de la tabla sería mentiroso, más allá de lo bueno y malo que el equipo mostró en estos dos partidos, en Santa Fe perdió dos puntos segundos antes del pitazo final, y el lunes uno. Atlético es un equipo en preparación, los primeros partidos lo demostraron.