Durante el mes de enero y buena parte de febrero cientos de niños y adolescentes de Yerba Buena volvieron a las aulas para participar de las distintas actividades de verano de la escuela Petrona de Adami.
El programa municipal tuvo como principales objetivos brindar a los alumnos apoyo escolar y actividades recreativas al aire libre en pos de revincularlos con las normas y líneas propias de la escuela.
Durante los 40 días ininterrumpidos de clases la Municipalidad de Yerba Buena diagramó comisiones bajo la modalidad de “aulas burbujas”, según los protocolos de bioseguridad que se presentaron ante el COE y que permitieron que no hubiera contagios.
“Fue un primer paso muy importante, con este sueño e ilusión de que se vuelvan a abrir las escuelas, no solo en lo educativo, sino también por el impacto cultural, social y psicológico. Ha sido una prueba piloto para los desafíos que se vienen”, manifestó el intendente Mariano Campero.
Por su parte, Victoria Desjardins, directora de Educación, destacó: “el balance es muy positivo. Los chicos cumplieron con todo el protocolo desde el día uno, que fue el mismo que se había establecido desde Nación y que nosotros lo tomamos como guía. Terminamos esta escuela de verano con cero contagios tanto de alumnos, docentes como padres”.
Durante el cursado los alumnos pudieron profundizar los contenidos del ciclo lectivo anterior, visitar la reserva de Horco Molle, el parque Percy Hill, practicar deportes y compartir con sus compañeros.