El año de la rata se despide y llega el del búfalo. La cultura china cala cada vez con más presencia en todo el mundo, y Argentina no es la excepción.

Por eso, la llegada hoy del Año Nuevo Chino (se rige por la Luna) y la masificación de su festividad, incluso con las restricciones que impone la pandemia, hace que la fecha tenga una importancia creciente y motive actividades globales. Con su llegada a Europa y a América, involucra una sexta parte de la población mundial, por aparte de los 1.000 millones de chinos para quienes es el día más importante del año.

Acorde con esta “universalización” de la festividad, en 2010 el Ministerio de Cultura de China creó la marca cultural “Feliz Año Nuevo Chino” para sincronizar todas las celebraciones en el mundo y difundir sus costumbres alrededor del planeta, una expectativa que en tiempos actuales traza maridajes impensados entre tradiciones milenarias, merchandising y redes sociales.

La celebración trae consigo la impronta de su horóscopo. Cada temporada con un animal que la simboliza, y 2021 estará dedicado al búfalo o buey de metal, en el cual se simboliza la prosperidad alcanzada a través de la fortaleza y el trabajo, se involucra la plata y el oro, y todo está asociado con la vejez, el otoño, el planeta Venus, el color blanco y el tiempo seco.

Pero, en vez de manifestaciones masivas, esta vez el coronavirus impone restricciones severas. Es la Argentina, este año no contará con el tradicional desfile que tiene lugar en la zona de Belgrano, que en las últimas ediciones llegó a congregar a más 500.000 personas y se convirtió en el evento masivo al aire libre más grande de las colectividades en Buenos Aires.

En su lugar habrá una intensa actividad en las redes sociales de las distintas instituciones chinas, entre ellas el encuentro en el que cuatro generaciones de mujeres de la colectividad contarán los secretos de la cena de año nuevo y la ceremonia del té, que se podrá seguir hoy desde el canal de YouTube del Gobierno porteño.

Es también oportunidad de promociones y negocios, como lo muestra la colección de camisetas de fútbol que acaba de lanzar el Inter, con el delantero argentino Lautaro Martínez como emblema de la campaña. En el video promocional, el club italiano juega con ironía sobre la diferencia de significado del color rojo en el fútbol (tarjeta de expulsión) y en la cultura china, donde se entrega el sobre rojo (Hongbao) como regalo para desear suerte. Cuando enfrente a la Lazio este fin de semana, el equipo nerazzurro saldrá al campo con una camiseta que tendrá los nombres de sus jugadores escritos en caracteres chinos.

Además, se lanzó una nueva versión de la aplicación Pokemon GO con un reto temático centrado en esta fiesta, que estará disponible hasta el domingo.

Cuidados

Un año después del comienzo de la pandemia que comenzó en la localidad de Wuhan, China se prepara para arrancar los festejos en esta fecha cargada de simbolismos que ahora aparecen eclipsados por el deseo de que quede atrás la postal de las muertes masivos y la retracción económica por el covid-19. Pero la realidad se topa con los rebrotes que el país afronta en algunas ciudades sobre las que se han impuesto restricciones que impedirán la llegada de visitantes de otras regiones. El Gobierno ha cancelado los festejos en varias provincias, incluso Beijing, donde no podrán llevarse a cabo presencialmente las tradicionales ferias, celebraciones multitudinarias y exposiciones que forman parte del evento. En 2020 ya dispuso ciertas restricciones, pero mucho menos importantes que ahora.

En épocas normales, el Año Nuevo implica la mayor migración humana, en la que los chinos viajan por todo el territorio para pasar la también llamada Fiesta de la Primavera (una tradición que se remonta 4.000 años) con sus familias.