Un enorme charco de agua se formó en la cuadra del colegio San Ignacio de Loyola. "Cuando los chicos bajen del transporte o del auto para entrar a clases van a tener que meter los zapatos en medio de la podredumbre. El olor ya no se soporta. Nos cansamos de hacer la denuncia en la SAT y no nos da ninguna respuesta", comentó un vecino.
Aguas servidas en la calle Belisario Roldán al 100
Preocupación por los chicos que asistirán al un colegio de la zona.
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