Sobre el final de enero, las lluvias registradas habían sido tan irregulares que provocaron preocupación entre los productores de granos tanto en la provincia como en la región. Pero luego llegaron algunas precipitaciones y el panorama fue cambiando.
Así, las lluvias de los últimos días trajeron alivio para los productores tucumanos, quienes venían de haber atravesado un período de doble estrés (hídrico y térmico) que afectó a los cultivos de granos implantados debido a que durante enero el agua caída había sido irregular, tanto en su distribución como en la cantidad que mojó los suelos, analizó Fernando Ledesma, técnico del Programa Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres.
En el caso de la soja, esta brecha afectó el crecimiento del cultivo, retrasando así su normal desarrollo. Si bien los registros de las precipitaciones ocurridas fueron variables en su milimetraje, permitieron mejorar la situación que se atravesaba y continuar las nuevas etapas con plantas en mejores condiciones. Además, hay que considerar que las sojas de ciclo corto (grupos cinco y seis) implantadas temprano ya se encuentran en las etapas de floración e inicio de formación de vainas, siendo un periodo crítico de mucha demanda hídrica.
Aunque escasas en algunos lugares, las lluvias fueron fundamentales. También contribuyeron a mejorar la situación de lotes implantados de manera más tardía (a fines de diciembre y a principios de enero), los cuales aún se encuentran en etapas vegetativas de crecimiento y estaban retrasados en la cobertura de los entresurcos, acción fundamental para evitar la pérdida de humedad del suelo y para combatir las malezas.
En cuanto a los aspectos sanitarios del cultivo de la soja, se puede mencionar que la presión de enfermedades hasta el momento es baja y que solo se detectó la presencia de mancha marrón. Sobre las plagas insectiles, se destaca la aparición de orugas bolilleras y de spodopteras, que afectaron a lotes comerciales. En el caso de las primeras, su presencia se evidenció al inicio de la campaña en sojas convencionales. Mientras que la detección generalizada de spodopteras se determinó además en las sojas Bt (resistentes a orugas).
Se recomienda a partir de la fecha, y debido a que los lotes de soja de ciclos cortos y sembrados más temprano comienzan a formar vainas, estar muy atentos a la presencia de plagas, en particular de picudos y orugas bolilleras, que afectan a estas estructuras y ocasionan daños directos.
Se espera que las precipitaciones sigan acompañando el ciclo del cultivo, sobre todo en los próximos periodos más críticos de llenado de vainas y formación de semilla, para favorecer una campaña agrícola óptima.