HOLANDA (Reuters).- El miedo a quedar encerrados durante un toque de queda que se avecina ha llevado a los holandeses a recurrir a formas creativas para eludir las reglas, con personas que se inscriben en servicios de préstamo de un perro y encargan los uniformes de las empresas que hacen delivery.
El jueves, el parlamento holandés debatió las últimas medidas gubernamentales para frenar la pandemia de COVID-19, incluido el primer toque de queda en todo el país desde la Segunda Guerra Mundial.
El primer ministro Mark Rutte ha propuesto un toque de queda por la noche desde el sábado en virtud del cual solo las personas con necesidades urgentes pueden salir de sus hogares de 20:30 a 04:30 hasta al menos el 9 de febrero.
Se planean excepciones para los servicios esenciales, incluida la entrega de comida para llevar, los mensajeros de paquetes y aquellos que necesitan llevar mascotas al aire libre para pasear.
Un sitio web que une a aquellos que necesitan ayuda con sus mascotas con voluntarios para pasear perros se ha visto abrumado con ofertas.
"Normalmente recibimos 10 ofertas a la semana y desde que anunciaron planes para un toque de queda el martes, hemos recibido 300", dijo Jos van Prooijen, que dirige el sitio web sin fines de lucro, www.matcheenleenhond.nl .
El mercado en línea Marktplaats.nl congeló las ventas de chaquetas y ropa de reconocidas empresas de reparto en respuesta a la creciente demanda, informó el periódico Algemeen Dagblad.
Algunos vendedores ofrecieron cajas de entrega de scooter vacías a partir de 50 euros.
Los infractores del toque de queda pueden recibir una multa de 95 euros (115 dólares).