El desprendimiento de una roca sobre un auto, en la ruta 307, causó temor entre los miles de veraneantes que a diario la recorren para llegar hasta los valles. Por las características del terreno y las lluvias registradas en esta época del año, son habituales los desmoronamientos en la zona.
Ubicada a poco más de dos kilómetros al norte del monumento al Indio, en la reserva Los Sosa, el paraje es conocido como El Fin del Mundo, en el kilómetro 31 de la ruta provincial.
El lugar exacto del derrumbe de la piedra es a pocos metros del puente "Otto Barenbrauker", inaugurado durante 2014. El río Los Sosas bordea sobre la izquierda el camino de la subida a los valles. Ese tramo de la ruta es angosto y cuenta con una protección de hierro. Sin embargo, parte del tramo carece del tejido metálica, por donde la roca cayó.
Según explicó la propia Gladys Valdez, ella iba detrás de dos camiones y, a pesar de conocer el trazado, no pudo advertir a tiempo el deslizamiento de la enorme roca que destrozó parte de su Fiat Palio.
"Parecía que no iba a salir de esta", le comentó a "Buen Día Verano" la mujer de 59 años, que vive en Monteros y que trabaja, precisamente, como artesana en los puestos alrededor del monumento al Indio.
Teniendo en cuenta que el pronóstico anticipa lloviznas durante todo el fin de semana, se recomienda a los conductores transitar con precaución por la zona.
En septiembre del año pasado, desde la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) se hicieron "voladuras controladas para remoción de las rocas más inestables", según publicó durante esa fecha en Facebook Ricardo Abad, a cargo de ese organismo, que todavía no emitió un comunicado oficial sobre lo ocurrido sobre la 307.