Un empate 0 a 0, en el primer duelo de una instancia semifinal de la Copa Libertadores tiene varias lecturas y deja diferentes sensaciones. Ni Boca ni Santos cubrieron las expectativas previas y dejaron la serie abierta para definirla dentro de una semana en Brasil, ¿Quién queda mejor parado? Depende del análisis que se haga pensando en lo que viene porque en esta llave todo puede suceder y quedan 90 minutos.
El balance de Boca deja números favorables y otros que se marcan en rojo. El mejor consuelo es saber que el rival no anotó ningún gol de visitante y si los dirigidos por Miguel Russo pueden anotar en suelo brasileño estarán en condiciones de inclinar la balanza. “Vamos tranquilos a jugar la revancha. Ellos van a tener que atacar más y podemos lastimarlos”, se ilusiona Carlos Tevez al analizar la revancha. Un optimismo que no todos pueden compartir después de lo observado en los 90 minutos jugados en La Bombonera. El local arriesgó poco, casi nada. Llegó dos tres veces al área rival pero no generó peligro. Un par de intentos individuales de Sebastián Villa y un remate de Leonardo Jara que se fue por arriba del travesaño en el minuto final fueron las únicas posibilidades que generó para convertir. En otro contexto, no ganar de local era un problema. Sin embargo, en estos tiempos de pandemia, con partidos que se juegan sin público en las tribunas, la condición de local no es un factor desequilibrante. Difícilmente los planteos tácticos se modifiquen demasiados en la revancha, aunque tal Santos arriesgue un poco más. “Ellos se defendieron con cinco jugadores y realizaron marca personal. Allá van a tener que atacar y dejarán espacios. Podemos lastimarlos”, se imagina Tevez el desarrollo del encuentro del miércoles a partir de su oficio y experiencia.
Santos tiene razones para mirar con confianza lo que viene. No perder en La Bombonera es meritorio. Si bien no hizo goles -sus jugadores reclamaron un penal de Izquierdoz que el VAR analizó pero dejó sin sanción-, sabe que ahora sólo necesita anotar uno más que su rival para meterse en la final del 30 de enero, en Río de Janeiro. Las chances de ambos están intactas.