Después de dos semanas de mucho trago y comida, es importante mimar al cuerpo para no sentirnos mal. Venimos de un mes con más festejos de lo habitual después de un año sumamente complicado y duro para muchos, y ahora hay que volver a la normalidad.
La pesadez, el cansancio, la fiaca y la presencia de algunos dolores son las consecuencias comunes de esta época. Pero no todo está perdido, el “remedio” está en nuestras manos y se trata de la desintoxicación.
Consiste en despertar las toxinas y eliminarlas, dejando de consumir alimentos procesados, enlatados y congelados y reemplazarlos por más vegetales y frutas.
Esta práctica es beneficiosa para nuestro sistema inmune, ya que lo fortalece; ayuda a bajar de peso o, mejor dicho, a retomar el peso que teníamos antes de las festividades; evita el envejecimiento prematuro, permitiendo una mejor absorción de los nutrientes, antioxidantes y vitaminas se la comida; aumenta la energía y promueve la distensión emocional.
No es necesario aguantar hambre o pasarla mal para tener un detox efectivo. Hay varios dietas de este tipo, lo importante es hacer pequeños cambios en la rutina habitual y consultar con un nutricionista para saber qué es lo más beneficioso para cada tipo de cuerpo.