Enero es sinónimo de descanso, vacaciones, viajes, playas y diversión. Nada de presiones. En el mundo del fútbol, tradicionalmente fue el mes destinado a la pretemporada.

Ese período que los clubes utilizan para su puesta a punto antes de encarar una exigente serie de competencias oficiales, en todos los niveles locales e internacionales, que se desarrollarán durante el resto del año.

En el primer mes de cada año, las competencias de verano fueron un clásico que le ofrecía a los veraneantes, especialmente a los que tenían como destino de sus viajes a la costa argentina, un alternativa para incluir al más popular de los deportes en la agenda de actividades programadas durante los cálidos días de verano.

Pero la pandemia cambió muchos hábitos, y los futboleros no podían quedar al margen de esa tendencia. Esta vez, el año comienza con los clubes en plena competencia; jugando por los puntos y buscando objetivos que 2020 dejó pendientes debido a la situación sanitaria que fijó otras prioridades, con la salud en primer lugar.

La pandemia obligó a realizar una larga cuarentena que dejó en suspenso algunas competencias y canceló otras. Lo que no pudo hacerse en 2020 se trasladó a 2021 y la acumulación de torneos obliga a hacer un aprovechamiento integral de un proceso atípico, donde cada días debe ser utilizado para acomodar la agenda futbolística.

Es tal la necesidad de jugar que por primera vez en la historia la AFA programó un superclásico en el arranque del año. Boca y River, que estuvieron durante todo el año pasado sin verse las caras, habilitaron la temporada oficial de enero jugando por la Copa Diego Maradona.

Lo que debía ser un motivo para que todos se pongan ansiosos y disfruten, se convirtió en un compromiso incómodo e inoportuno porque ambos equipos tienen la cabeza puesta en la Copa Libertadores, cuyas semifinales fueron programadas para el martes (el “Millonario” recibirá a Palmeiras) y miércoles (el “Xeneize” será anfitrión de Santos).

Es lógico entender que la competencia continental ocupa un lugar más relevante en las prioridades respecto a la competencia local donde el modesto premio no resulta atractivo para ninguno de los dos conjuntos.

No sólo Boca y River jugarán de manera oficial durante enero. El calendario afista indica que habrá partidos durante casi todo el mes. Atlético jugará la Copa Diego Maradona; San Martín lo hará en la Primera Nacional; Atlético Concepción y Sportivo Guzmán, en el Regional Amateur

Todos tendrán competencia en un mes que, hasta la aparición de la pandemia, estaba reservado para otras actividades.

La Copa América, que no pudo jugarse el año pasado y fue trasladada a 2021, es una de las razones que obligó a modificar los calendario porque su inclusión en la agenda anual reduce los meses de competencia y obliga a buscar la forma de aprovechar cada día para ajustar el calendario que es extenso y exigente porque, además de los torneos de clubes, están los compromisos de la Selección, que debe completar las eliminatorias para buscar asegurar su pasaje al Mundial de Qatar 2020.

Enero ya está entre nosotros, pero esta versión 2021 tiene otros atractivos en la agenda futbolística. Los jugadores no podrán tomarse vacaciones. Hay trabajo pendiente y las exigencias serán mayores a las habituales.