Son muy fuertes la sensación y el pensamiento de que este 2020 ha sido un año de inflexión y nada ya volverá a ser como antes. Nadie duda de que la pandemia ha cambiado nuestra vida. Pero no es la única causa de modificaciones que van a afectar nuestra realidad cotidiana. Este año, al que muchos le ponen el mote de “para el olvido” no ha sido tiempo perdido. Al margen de los aprendizajes, individuales y colectivos, que se han transitado, en el microcentro tucumano se han sentado las bases que perfilan una ciudad diferente, más pensada para el ciudadano, literalmente, “de a pie”, el que camina, el peatón. “Es lo que hace tiempo se viene diciendo, pero no se hacía. Ahora lo estamos concretando”, afirmó el intendente de la capital, Germán Alfaro.
Hace poco más de un mes comenzó la semipeatonalización definitiva de la calle 25 de Mayo, entre Santiago del Estero y San Juan. Esta obra marca el comienzo de un microcentro diferente, pensado para desalentar el ingreso de los autos particulares. Alfaro consideró que este era el momento oportuno de iniciar las obras, ya que contaba con el dinero. “Tenía que aprovechar que tenía los recursos y comprar los materiales antes de que los precios suban y se haga imposible”, reconoció. Explicó que la semipeatonalización que se había hecho de esa arteria y de la San Martín, mediante pintura en el asfalto y bolardos, permitió que los vecinos se fueran acostumbrando. “Al principio nadie bajaba a la calle, a la zona destinada para el peatón, había temor. Ahora ya se apropiaron de ese espacio”, afirma.
Estas calles semipeatonales, que replican el modelo de Buenos Aires primera cuadra y de Mendoza al 800, comprenderá 25 de Mayo desde Santiago del Estero hasta San Martín y 9 de Julio, desde 24 de Septiembre hasta San Lorenzo, con lo cual quedará establecido un corredor de siete cuadras, en línea recta, de veredas extra anchas. Son tres metros que ganan los peatones (y que pierden los vehículos, por supuesto) La semipeatonalización continuará por la calle San Martín, entre 25 de Mayo y Junín.
El otro cambio drástico del centro es el de la plaza Independencia, que a partir de 2021 (aproximadamente desde abril) lucirá muy distinta de lo que estamos acostumbrados los tucumanos. Estas obras se iniciaron el año pasado, en diciembre, pero entre marzo y mayo de este año estuvieron detenidas por la pandemia. La nueva plaza central de la ciudad tendrá veredas de siete metros de ancho y contará con un piso nuevo, más resistente que el anterior; las caminerías recuperarán el antiguo trazado en cruz, de modo que las calles 25 de Mayo y Laprida, así como San Martín y 24 de Septiembre, quedarán conectadas en forma lineal. También se renovarán los bancos y otros espacios. Lo único que quedará tal como lo conocemos es la estatua de la Libertad –que será restaurada-, la fuente (también se jerarquizará) y las farolas ornamentales de las cuatro esquinas.
Las obras de la plaza se financian con aportes del BID. Las otras en cambio, se hacen con fondos propios de la Municipalidad. Los vecinos de la ciudad también han ganado en espacios verdes, con la parquización de plazas de barrio y platabandas en varias avenidas y la iluminación a nuevo que se hizo en el parque 9 de Julio.