Marcela Argiró fue fotografiada por Analía Jaramillo en el inicio del aislamiento, cuando se dirigía por avenida Mate de Luna al vacunatorio. Llevaba a Augusto, un Pastor de Bergamasco, que también usaba barbijo. “El inicio de la cuarentena me causó mucha angustia y miedo. Luego fui mimetizándome con la situación, no puedo decir acostumbrándome porque no es bueno acostumbrarse a lo que está mal, pero si caminar en paralelo, al ritmo de esta nueva forma de vivir”, comentó la docente de Inglés.
Augusto falleció a principios de mes y eso dejó un vacío muy grande en la teacher. “Dejó una huella enorme en nuestros corazones”, reconoció. A pesar del dolor, Argiró sacó algo positivo de un 2020 fatídico en todo el mundo. “Rescato el crecimiento personal y la solidaridad que surgió entre la gente que busca su bien -destacó Marcela-. Actualmente vivo con mucha precaución, intentando normalizarme, ya que considero que esto aún no ha terminado”.