La presión sobre la Casa Blanca para que actúe contra los ciberespías es cada vez mayor. El senador republicano Marco Rubio dijo: "Estados Unidos debe tomar represalias, y no sólo con sanciones". Mitt Romney, también republicano, comparó el ataque con permitir que los bombarderos rusos volaran sin ser detectados sobre el país. El senador Dick Durbin, un demócrata, lo calificó como “prácticamente una declaración de guerra”. Legisladores demócratas dijeron que habían recibido poca información del gobierno de Donald Trump. La Casa Blanca está "centrada en la investigación de las circunstancias que rodearon este incidente y en trabajar con nuestros socios de otras agencias para mitigar la situación", dijo el portavoz de el NSC John Ullyot a Reuters. El presidente electo Joe Biden ha advertido que su gobierno impondrá “costos significativos” a los responsables. El ataque pone de relieve esas defensas cibernéticas, reavivando las críticas de que las agencias de inteligencia de EEUU están más interesadas en operaciones cibernéticas ofensivas que en proteger la infraestructura del gobierno.