Una trabajadora de la salud de Nueva York se convirtió hoy en la primera persona en ser vacunada contra el coronavirus en Estados Unidos, en una ceremonia pública que dio inicio al mayor proceso de inmunización de la historia del país más afectado por la pandemia, justo cuando se acerca a las 300.000 muertes por la enfermedad.
Vestida con su ambo de pantalón azul y remera blanca y sentada en una silla, la enfermera Sandra Lindsay recibió la primera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech, que le fue aplicada en el hombro izquierdo por una doctora vestida con guardapolvo blanco.
"Me siento esperanzada, aliviada. Siento que la cura está llegando. Espero que esto marque el comienzo del fin de un momento muy doloroso para nuestro país", dijo Lindsay luego de ser inyectada durante una transmisión en vivo, organizada por el Gobierno estatal de Nueva York, en el Hospital Judío de Long Island.
"Quiero inculcar confianza pública en esta vacuna, que es segura. Estamos en una pandemia, así que todos nosotros necesitamos hacer nuestra parte para ponerle fin, y para no rendirnos tan pronto. Hay luz al final del túnel, pero aún es necesario seguir usando máscara y mantener la distancia social", agregó.
El presidente estadounidense, Donald Trump, celebró el hecho.
"La primera vacuna fue administrada. ¡Felicitaciones Estados Unidos! Felicidades a todo el MUNDO!", escribió en Twitter el mandatario republicano saliente.
Los lotes de la vacuna de Pfizer/BioNTech salieron ayer de una planta de la empresa en Michigan hacia estados de todo el país.
Las dosis fueron enviadas en cajas con nieve carbónica, o hielo seco, que las mantendrán a -70 ºC, la temperatura necesaria para conservar el compuesto.
El inicio de la vacunación masiva en Estados Unidos llega 11 meses después de la confirmación del primer caso y cuando la cifra nacional de muertes se acerca a 300.000.
El Gobierno dijo que 145 sitios de todos los estados recibieran las vacunas hoy, otros 425 mañana y los últimos 66 el miércoles, "lo cual completará la distribución inicial".
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomendó que se diera prioridad a los residentes de asilos, unas 3 millones de personas, y a profesionales de la salud, que suman unos 21 millones.
Estados Unidos está atravesando un nuevo brote de coronavirus que, a diferencia de la primera ola de la primavera boreal, esta vez concierne a todo el país.