De la frialdad macrista a la calidez peronista. De la ausencia en el mapa político nacional a una plena exposición. El 10 de diciembre de 2019, la asunción de Alberto Fernández como presidente de la Nación le cambió el humor al gobernador de Tucumán, Juan Manzur. En este último año, la Casa Rosada le abrió las puertas, de par en par, al médico sanitarista, que estuvo a la par de Fernández antes de que se convirtiera en candidato presidencial, minutos después de que Cristina Fernández de Kirchner lo nominara como su compañero de fórmula en el Frente de Todos.
En este tiempo, el tucumano se posicionó como uno de los voceros de un grupo de mandatarios que responden directamente a Alberto Fernández. En esa línea también se encuentra el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que suele venir seguido a Tucumán. En los hechos, Manzur lleva la voz cantante del federalismo que pregona el jefe de Estado. “Se acabaron los tiempos en los que a los del interior (del país) nos decían que no éramos viables. Vamos a construir una Argentina en la que estemos todo”, trazó una línea divisoria el propio Manzur, aludiendo a la gestión de Mauricio Macri. Fue durante el viernes, durante el acto de firma del Consenso Fiscal 2020.
La Casa Rosada le dio las dos manos a la gestión de Manzur. De acuerdo con los datos de la Contaduría General de la Provincia, la Nación contribuyó al pago de al menos de una planilla salarial y media a lo largo de la primera mitad de este año. Las asistencias fueron otorgadas por el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, el mismo organismo que otorgará otro préstamo, por $ 5.000 millones, para que el Ministerio de Economía de la Provincia complete el pago del sueldo y del medio aguinaldo de este mes.
“No hay dudas de que se notó un cambio sustancial respecto del trato con la anterior gestión. Hay hechos concretos con la cantidad de convenios para ejecutar obras. Son inversiones reales por unos $ 25.000 millones”, dijo ayer a LA GACETA Osvaldo Jaldo, vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo. Según el presidente de la Legislatura, esta inversión fue comprometida por Fernández “en pleno proceso recesivo de la economía y durante una pandemia que ahondó la crisis”. Pero Jaldo no sólo ponderó la ayuda directa a la provincia, sino también a través del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que “ha podido inyectar mensualmente en el circuito financiero provincial una suma equivalente a la mitad de una planilla salarial estatal mensual (cerca de $ 3.500 millones, además de los aportes para que las empresas puedan pagar remuneraciones durante la pandemia (ATP)”.
La oposición, no obstante, tiene otra percepción acerca del trato nacional con Tucumán. José Ascárate, legislador radical y ex subsecretario de Infraestructura del Plan Belgrano enfatizó que Alberto Fernández “no le dio absolutamente nada a Tucumán”. “Todo lo que se escuchó fueron promesas. Y, si hacemos comparaciones, durante la gestión de Macri se inyectaron obras por $ 20.000 millones, equivalente a U$S 700 millones. Hoy anuncian trabajos por $ 25.000 millones que, a valor dólar actual, serían unos U$S 300 millones”, detalló.
Ascárate remarcó que la Nación sacó los fondos para el transporte del presupuesto, relanzó obras que dejó Macri para terminar, bajó las jubilaciones y hasta aumentó los índices de delitos durante la actual gestión. “No hay nada de qué alegrarse”, finalizó.
Apoyo político: un diálogo permanente con la Rosada
Juan Manzur habla permanentemente con el presidente Alberto Fernández. Es uno de los gobernadores más cercanos al jefe de Estado y uno de los hombres que suele consultar a la hora de tomar algunas decisiones. Una prueba de esa confianza fue durante el acto del viernes, cuando lo nominó para que hable en nombre de sus pares durante el acto de firma del Consenso Fiscal 2020. Si bien Manzur trabaja en sintonía con el Presidente, aún hay “ruidos” que le impiden romper la barrera que el kirchnerismo le ha puesto, luego de que dijera que se había acabado el ciclo de Cristina Fernández de Kirchner en la política. El tucumano intenta romper ese hielo de la mando de Eduardo “Wado” de Pedro, el ministro del Interior que integra La Cámpora. Manzur, que es uno de los impulsores de la suspensión de las PASO, aspira a que en las elecciones legislativas del año que viene le ofrende a Alberto Fernández un triunfo por el 54% de los sufragios.
Refinanciación: la postergación en el pago de una deuda previsional
Otro de los beneficios otorgados por la Nación a las provincias fue la refinanciación de deudas previsionales. Tras la promulgación de la Ley de Defensa de los Activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), la Casa Rosada accedió a refinanciar los vencimientos de una deuda global de más de $ 26.000 millones a 21 de las 24 jurisdicciones provinciales del país. En ese marco, Tucumán postergará el pago de un compromiso estimado en $ 1.450 millones. La Nación es la principal acreedora de Tucumán. De los $ 26.400 millones de deuda pública consolidada, calculada por la Contaduría General de la Provincia, cerca de $ 23.000 millones corresponden a compromisos asumidos con la administración federal.
Ayuda financiera: los préstamos para pagar sueldos
El gobernador arrancó este año con anuncios de ajustes fiscales para bajar el nivel de gasto público, en un año que se presentaba complicada. Esta situación se profundizó con la declaración de la pandemia de la Covid-19. La falta de recursos y la caída de la recaudación puso en apuros a la administración provincial. Por caso, en febrero pasado, el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial giró a Tucumán unos $ 1.500 millones; otros $ 890 millones fueron prestados en marzo, mientras que en junio último se firmó un acuerdo por una asistencia financiera que rondó los $ 6.500 millones. Con esos recursos, el Poder Ejecutivo pudo sostener el pago regular de los salarios a los 110.000 empleados públicos provinciales. La última ayuda fue gestionada en los últimos días. Juan Manzur le pidió personalmente al presidente de la Nación que le otorgue a Tucumán un crédito de $ 5.000 millones. Esos fondos llegarán en los próximos días.
Consenso fiscal: un acuerdo para no bajar impuestos
El Consenso Fiscal 2020 fue el último acuerdo entre Nación y provincias. El Presidente indicó que ese pacto implicará unos $ 70.000 millones adicionales para las economías regionales. De ese total, Tucumán se beneficiaría con un ingreso extra estimado en $ 3.500 millones. A través de ese acuerdo, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) colaborará con los organismos provinciales de recaudación tributaria para identificar la titularidad de bienes inmuebles y otros bienes registrables. Las provincias remitirán una vez al año a la AFIP la información sobre la titularidad de bienes inmuebles y otros bienes registrables y su valuación, con corte al 31 de diciembre de cada año. Provincias y Nación se comprometen a trabajar en un programa integral para la simplificación y coordinación tributaria federal.
Obras públicas: con financiamiento externo
Después de cinco años de sequía de plan de obras públicas, la gestión provincial destinará cerca del 12% del presupuesto del año que viene a la ejecución de esos trabajos. Gran parte de los proyectos contarán con financiamiento de organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El Gobierno nacional contribuyó, con su aval, a que los proyectos ejecutivos sean tenidos en cuenta para calificar en los préstamos que se otorgan, particularmente para obras hídricas y de saneamiento, como así también para la mejora en la red caminera. Uno de los proyectos está relacionado con las obras de la planta de tratamiento de líquidos cloacales de San Andrés y la red cloacal de la Banda y Alderetes, que implicará una inversión de $ 4.000 millones. También se intenta avanzar con el proyecto vinculado con el Corredor de la Ruta Nacional N° 9 en el tramo comprendido por las Termas de Río Hondo y el Acceso Sur a San Miguel de Tucumán.
Fondos a provincias: transferencias discrecionales
Bajo el mandato presidencial de Alberto Fernández, la provincia más beneficiada con transferencias discrecionales en relación a lo que debiera recibir si se siguieran los criterios automáticos, es Buenos Aires, con una diferencia porcentual del 116%, seguida por La Rioja, con una diferencia del 47%. Estas dos provincias son oficialistas respecto al gobierno nacional, diferente al caso de la tercera provincia más
beneficiada, Neuquén, administrada por un partido provincial, el Movimiento Popular Neuquino, dice un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea. En los últimos 25 años, Santa Cruz, La Rioja y Buenos Aires fueron los distritos más beneficiados con estas transferencias discrecionales. San Luis y Catamarca fueron las más perjudicadas en el reparto. Tucumán aparece en el lote de las menos beneficiadas.