Los tucumanos tenemos una nueva oportunidad de demostrar madurez y responsabilidad social. La pandemia de coronavirus privará a la sociedad de una de las celebraciones más sensibles: el día de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Esta vez, y como ocurrió en anteriores fechas religiosas a lo largo de este difícil 2020, los devotos deberán evitar la tradicional peregrinación hacia los santuarios.

“Virtual no quiere decir que no sea real”. La frase, pronunciada por el obispo auxiliar de Buenos Aires en octubre, Juan Carlos Ares, sirvió para sostener el entusiasmo de los feligreses ante la primera peregrinación virtual en 45 años de la Virgen de Luján. En un momento de descenso de casos de covid-19, resulta crucial que los tucumanos entiendan que cualquier exceso o desatención a las recomendaciones sanitarias vigentes puede derivar en un rebrote de la enfermedad, situación que hoy padecen los países europeos.

El peligro latente de que los contagios se multipliquen llevó a las autoridades políticas de Tucumán y de Catamarca a desalentar las aglomeraciones. En esa línea se mantuvo también el Arzobispado local, que emulará la decisión tomada con otra fecha cara al sentimiento de los tucumanos: el 24 de Septiembre, día de la Virgen de la Merced, se suspendió la tradicional procesión por las calles de la capital.

Aunque el contexto sanitario aliente a la gente a exponerse más, es imprescindible que las medidas dispuestas por las autoridades sean respetadas hoy. El Gobierno de Catamarca advirtió que este 8 de diciembre sólo se admitirá el ingreso a esa provincia a residentes catamarqueños, personas que realizan servicios esenciales y/o humanitarios, siempre con la previa tramitación de la autorización. En rigor, esa provincia postergó hasta el 14 la apertura de sus fronteras, justamente en pos de evitar una concurrencia masiva a su Catedral en esta fiesta mariana. También desde Tucumán tomaron una decisión similar. “Para prevenir posibilidades de contagio, no habrá procesiones este año. El mensaje es: ‘en lugar de que nosotros vayamos a la Casa de la Virgen, la Virgen irá a nuestro hogar’”, dijo Luis Medina Ruiz, secretario ejecutivo del Sistema Provincial de Salud.

Además, el santuario ubicado en La Reducción, Lules, tendrá sus puertas cerradas. Por esta razón, desde la Iglesia decidieron que sea la Virgen la que salga en peregrinación y recorra distintas localidades de la provincia, y así los feligreses demuestren su devoción hacia ella desde la vereda de sus casas, sin acompañarla en el recorrido. “Acompañen la peregrinación desde sus hogares, con una vela, una flor, una imagen y la Virgen los visitará en sus propias casas”, es el mensaje difundido por la. “Es la Virgen la que va al encuentro con los hijos de Dios, que va bendiciendo a los enfermos”, afirmó Marcelo Agüero, párroco de la Iglesia de Lules. “Este día va a ser distinto a los de años anteriores por el contexto que estamos viviendo, debemos cuidarnos y volver con mayores energías el próximo año”, se esperanzó el prelado.

Este momento de relativa calma sanitaria nos demanda una mayor responsabilidad y nos exige reafirmar nuestro compromiso cívico. De todos depende que esta pandemia, después de tanto dolor y temor que ha causado, comience a ser parte del pasado.