José Antonio Guaymás, de 25 años, fue el autor material del abuso sexual y del posterior femicidio de Abigail Riquel, de nueve años, cuyos restos fueron encontrados en un terreno ubicado en Villa Muñecas, al noroeste de la Capital. Así lo demostraron las pericias genéticas, según confirmaron fuentes judiciales a LA GACETA.
De esta manera, el expediente penal por el brutal crimen de la niña quedó prácticamente en condiciones de ser archivado, ya que la pesquisa no dio lugar a indicios de que otras personas hubieran participado del cruel asesinato de Abigail.
Guaymás ni siquiera llegó a ser imputado por el hecho. Si bien luego del hallazgo del cuerpo quedó en el centro de las sospechas, al punto de que la Justicia penal había ordenado su inmediata captura y detención, el abusador fue atrapado antes de que intervinieran las fuerzas de seguridad por un grupo de personas que lo había sorprendido en la zona del barrio 240 Viviendas, al sur de San Miguel de Tucumán.
Al no existir contra quién sostener la acusación, los investigadores a cargo del fiscal Ignacio López Bustos, de la Unidad Fiscal en Homicidios I, podrán requerir el archivo de las actuaciones.
El femicidio de Abigail conmocionó a los tucumanos y tuvo trascendencia nacional. No sólo por el aberrante ataque a la niña, sino también por la reacción de decenas de personas que habían salido literalmente a la caza del acusado. Finalmente, se confirmó que el sospechoso había sido el responsable de la muerte de la niña.
El 18 de octubre, Rocío Abigaíl se despertó temprano. Luego de desayunar, pidió permiso para ir a jugar con una amiguita. Una vecina la vio por última vez cerca de las 10 de ese día, cuando caminaba junto a "Culón" Guaymás. Al parecer, el femicida logró convencerla mediante engaños para que lo acompañara hacia un lugar desolado. La familia comenzó a buscarla, y cerca del mediodía concurrió a la Policía. Según el testimonio de los padres de Abigail, los efectivos les negaron colaboración. Según la hipótesis, abusó de la niña e intentó asfixiarla. Finamente, la habría matado de un golpe en la cabeza.