Científicos de la Universidad de Queensland estudiaron más de 3.000 genotipos de arroz; encontraron que la diversidad se hereda a través de sólo dos genomas maternos y, aseguran, el dato no sólo es fue importante para comprender cómo el arroz se adapta a su entorno. También puede ayudar a mejorar la seguridad alimentaria mundial, es decir, a garantizar la disponibilidad de alimentos, el acceso de las personas a ellos y su aprovechamiento.

“Creemos que hubo dos tipos de plantas silvestres, y que su evolución se separó hace alrededor de un millón de años en la naturaleza. Bastante más tarde, en los últimos 7.000 años, se produjo la domesticación humana de esos tipos de arroz”, dijo en un comunicado Robert Henry, investigador principal del equipo, y explicó que luego las variedades domesticadas se cruzaron con los arroces silvestres locales en toda Asia. “El arroz silvestre polinizó los arroces domésticos plantados en las cercanías, y la semilla de la variedad domesticada incorporó la genética de las variedades silvestres locales”, dijo.

“El linaje materno se conserva a través de la semilla, y hemos descubierto que debido a que los productores de arroz recolectaron -y siguen recolectando- las semillas del campo, las variedades locales se parecen mucho a los arroces silvestres”.

Cambio climático

El hallazgo -afirmó Henry- tiene importantes implicaciones en la producción de arroz, en especial, en su mejoramiento para su necesaria adaptación al cambio climático, de modo que permita abordar la cuestión de la seguridad alimentaria.

“Lo que descubrimos nos da pistas sobre cómo podríamos intentar capturar más diversidad en la naturaleza y llevarla al acervo genético domesticado para mejorar los cultivos de arroz”, dijo.

“También apunta a la necesidad de comprender la importancia del genotipo materno en términos del rendimiento del arroz; anteriormente no entendíamos que hay dos tipos funcionales maternos muy distintos”.

Cultivo fundamental

El arroz es el alimento básico de más de la mitad de la población mundial, y es el tercer cultivo agrícola más grande del mundo: se producen anualmente más de 630 millones de toneladas.

“Ahora mantenemos una colaboración continua con matemáticos, con el objetivo de encontrar una forma de analizar los datos sobre el arroz con más detalle. Queremos observar las relaciones entre muchos subgrupos diferentes”, anunció Henry.

“Esto incluiría examinar cómo se relacionan realmente las especies Basmatis y las Japónicas, y los distintos tipos de arroces Índica”, agregó.