“¡Los voy a matar si es que llegan a venir para la Panamá! Miren, tengo dos cargadores de 30 balas. Si van a ‘pechar’, así como ‘pechen’ se van a ir... y no sé si se irán vivos. ¡Los voy a matar a todos, ya van a ver!”, amenaza en un video un niño conocido en Villa 9 de Julio como “Pequeño”. Las palabras del chico generan espanto y más aún las imágenes en las cuales exhibe armas y cartuchos como si de juguetes se tratara. De hecho, incluso, remonta una de sus pistolas y realiza dos tiros al aire frente a la cámara de celular que lo está grabando. Las imágenes circulan en las redes sociales. “¡Yo los voy a matar, el hijo de ‘Pera’ los va a matar!”, subraya el “Pequeño”.
Fuentes policiales consideran que las amenazas van dirigidas a miembros del clan Toro, una organización señalada por el tráfico y la comercialización de drogas en varios barrios de la capital. Según se investiga, “Pequeño” habría tenido un conflicto con algún allegado a esa banda. Por otro lado, los uniformados aseveran que el niño aparece mencionado en más de una causa por asaltos a mano armada y que integraría una banda junto a otros menores (serían entre seis y siete) para perpetuar sus ataques en contra de, principalmente, taxistas. ¿Las armas? Serían de un mayor de edad que se las proporcionaría para que cometan los ilícitos.
“Se trata de personas problemáticas; varias veces los efectivos de la comisaría 10 allanaron junto a Infantería esos domicilios de la Panamá, pero las armas no están allí. Creemos que hay un tercero que les proporciona el armamento a ese grupo conocido como ‘La Banda de Panamá’”, le informó a LA GACETA una fuente policial que investiga el caso. “Son peligrosos, son menores y saben que son inimputables, entonces salen a robar armados, a veces bajo efectos de alguna sustancia. Para la Policía también es complicado intervenir en este tipo de causas porque no podemos más que aprehenderlos y esperar que un Juzgado tome una medida. Normalmente deciden devolver al menor a los padres, salvo que haya incurrido en un delito muy grave”, explicó la fuente.
Los vecinos de ese barrio de la capital aseguran que no es la primera vez que el adolescente de 13 años publica fotos y videos de esa índole en sus redes sociales. De hecho, en varias fotos que circulan por Facebook se puede ver a “Pequeño” compartiendo unas empanadas con un amigo; ambos exhiben un revólver para la foto. En otra imagen el chico muestra tres pistolas.
El Ministerio de Seguridad, a cargo de Claudio Maley, y el jefe de Policía, Manuel Bernachi, le encargaron a la división policial Delitos Telemáticos y Económicos y a la dirección de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos que investiguen el origen de esas imágenes.
“Con esta decisión se logró llegar a conclusiones y determinaciones sobre el hecho”, señaló el subsecretario de Seguridad, José Ardiles. La información recabada se presentó a modo de prueba en la fiscalía de Delitos Genéricos que encabeza Arnoldo Suasnábar.
“La Policía se encuentra ahora esperando las respectivas instrucciones de la Justicia para actuar”, agregó el funcionario.
La Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf), por su parte, también presentó un informe en la Justicia.
“Soy vecino de este chico. Nos cansamos de denunciar los tiros, los robos que cometen él y toda su familia, porque son todos unos ratas. La Policía pasa por aquí y no hay nadie, después doblan en la esquina y comienzan los tiros otra vez”, indicó un lector que se comunicó con LA GACETA para denunciar su situación. El hombre asevera que el menor está apañado por sus padres. “Hace unos meses esta familia se instaló en esa casa de calle Panamá; entonces comenzaron los problemas en el barrio”, añadió el lector, que por temor preserva su nombre.
“No me sorprendió el video. Es un problema complicado el de los chicos. Se sabe que las bandas delictivas los incorporan como ‘soldaditos’. Aquí en Villa 9 de Julio se los ve siempre, algunos van armados pero la mayoría son más bien informantes. Algo tiene que cambiar para que los nenes después no integren organizaciones criminales o se vuelvan adictos”, señaló Angélica, otra vecina.